Vacilaciones, dudas e incertidumbre oprimen el corazón cuando tratamos de buscar respuestas para todo aquello acontecido en el transcurrir la existencia.
¿Quién alguna vez no ha sentido interés por asegurarse de alguna forma llegar a la raíz de todo eso que nos toca?
¿Esos sucesos dejan marcas indelebles capaces de rebasar el tiempo?
¡Sería un ser dichoso si pudiera develar tantas suspicacias!
¿Son correctas o incurro en equivocaciones!
Entiendo la no existencia de seres infalibles.
¿Sabías que desde tu ausencia intento encontrar, razonabilidad, a todos los sucesos?
Por ese motivo y otros que lograron hacer germinar la semilla del más profundo de los padecimientos, desearía parecerme a ellas.
¿A quienes hago referencia?
A ese puñado de mujeres, nacidas en épocas benévolas.
Féminas tan bellas como cuidadosas de sus atuendos personales.
Un sencillo vestido blanco, las asemejaba a reinas.
En las mañanas soleadas paseaban por los jardines de sus viviendas, admirando la armonía y fragancia de cada flor exuberante, adornando sus parques.
De cada especie quitaban las hojas secas, con el objeto de lograr una respiración que permitiera a esas especies permanecer en el tiempo.
A media mañana buscaban la sombra de añosos árboles o elegían utilizar sombrillas, de ese modo cuidaban la tersura inmaculada de su piel.
¿Recordás que tiempos ulteriores, realizábamos el mismo trabajo?
Optábamos por las horas del atardecer.
Nos encantaba ver a la estrella mayor del universo. Buscando un descanso reparador.
Luego de días espléndidos destellos de oro, sinónimo de vida.
¿En tu nueva morada existe el sol propiciando vida o solo las tinieblas que trae la muerte?
¿Las mujeres de antaño cuidarían a sus primogénitos o esa tarea estarían en manos de terceros?
¿Cuáles serían los juguetes de esos párvulos?
No puedo detener el curso de lágrimas incipientes al evocar los tuyos.
Elegías aquellos te permitieran desarrollar el intelecto.
¿A ello se debe tu sabiduría?
¿Habrá sido el motivo para que ese Ser Superior en que muchos creen, te haya elegido?
¿Precisaría más luz en el cielo?
Si tuviera la posibilidad de vivir en aquellos años, repetiría cada uno de los actos, que signaron mi vida.
El más importante traerte a la vida.
Mirar tus ojos observando el nuevo mundo.
Tu manita buscando enlazar uno de los dedos de la derecha mía.
¡Cuánta felicidad!
¿Cuál habrá sido la causa para su efímera duración?
Entiendo que no soy la única madre que ha pasado tan terribles circunstancias.
Sería un momento único, encontrarlas.
Hablamos el mismo idioma.
Sería una necia si no agradeciera las permanentes muestras de consuelo en la voz y acciones de mi familia chiquita.
¿Permitirías te formulara un pedido?
Se de tu memoria privilegiada, pese a ello quiero recordarte que mañana se cumplen cuatro meses de la última persona que te ha precedido en el camino.
No le digas que la extraño.
No es mi deseo sumar tristeza a la suya.
Imagino compartimos padecimientos similares.
Ella ha dejado en suelo terreno a sus familiares directos.
La recercan con amor infinito.
Las heridas son muy recientes.
¿Puedo realizar una sugerencia?
Llevala a recorrer todos los rincones del Paraíso Celestial.
Paisajes bellos si existen.
Que pueda sentir no está sola.
Tengo la certeza que no es necesario este recordatorio.
Tu don de gente tendrá la capacidad de alejar el abatimiento por estar tan lejana a su familia.
¿Por qué en determinadas ocasiones las dudas me asaltan llevándome a pensar que no hay nada después de la vida?
Tesoro de mi alma te amo más que siempre,
Esperaré mi hora.
Con la ilusión del reencuentro.
¿Sucederá?
Mientras espero ese tiempo cargado de enigmas.
Te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=BQCss0AWWb4
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