CIMPAÑEROS DE SOLEDAD

Existen distintos tipos de soledad.
La que buscamos para poner en orden nuestros pensamientos,
La que elegimos para ver una película o escuchar música y tantas otras cuando se tiene la necesidad de reflexionar.
El peor estado solitario, es adjudicado por los designios del destino, que no pregunta si queremos estar en ese estadío de vulnerabilidad que precede a la pérdida de un ser amado incondicionalmente como es un hijo.
El suelo terreno está lleno de personas con buenas intenciones, que acompañan como pueden y hasta donde pueden, son los que ofrecen palabras de ánimo para sacarnos de abismos profundos de los que es muy difícil emerger.
Conozco y quiero a mi familia chiquita, veo los esfuerzos que hacen para verme un poco mejor.
Agradezco a ellos y a los amigos que heredé de mi hijo adorado.
La palabra gracias queda pequeñita ante la acción desinteresada del otro.
Pese a ese cariño que se siente a través de una caricia o una mirada, nadie que no haya pasado por una experiencia tan espantosa como antinatural de ver morir a un hijo, conoce a ciencia cierta aquello que sentimos ante la ausencia de nuestra mayor obra.
Traemos vida a la vida para que la existencia de ese pequeño ser sea duradera.
Que parta en forma prematura no tiene adjetivación.
Máxime cuando esa muerte se pudo evitar.
No objetaré la elección de Dios que te llevó para que terminaras de padecer.
En los momentos de soledad me gusta estar en silencio, sin nada que distraiga mis pensamientos de los que te has convertido en dueño.
Afuera llueve.
El cielo está gris y amenazante, pareciera decir que tenemos lluvia para el resto del día.
Las gotas de agua se deslizan por los cristales de las ventanas como acariciándolas.
Sobre la mesa que está frente al ventanal tengo un libro de mucho tiempo.
Sus páginas son manuscritos de otras culturas.
La fragancia a papel por el que el tiempo dejó su marca casi sepia, es la más hermosa que puede existir para quienes nos gusta leer.
El autor de esta joya es un sabio nacido en la India.
Los consejos que contienen son verdades de íltima generación.
Las letras me atraparon en los capítulos que informan sobre la existencias de otras vidas en otros planos o dimensiones.
Afirma en sus conocimientos la reencarnación de las almas.
Siento una paz infinita pues sé que al final de mi camino te voy a encontrar e intentaremos ser felices como antes.
Saciaré la sed de darte un beso.
Solo uno, que lleve implícito mi amor hacia vos.
¿Es demasiado esto que pide una madre que no puede acariciar a su hijo y besarlo desde hace más de veintisiete meses?
No soy un tótem sino una sencilla mujer que sufre la peor tragedia de su vida.
Tesoro en ese libri que te cuento hay ejercicios para lograr la regresión de las almas.
No temas, no soy tan valiente como para intentar realizarlos.
Temo que surja algún cambio y ni me puedas reconocer.
Ambos sabemos que si miramos con los ojos que tenemos en el corazón no será difícil que nuestro reencuentro sea una realidad.
Tesoro también sabemos que mi castigo es esperar. Por ello mientras te escriba nunca voy a dejar de pedirte que no olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=axUu8oI_C4E