El Universo es tan bello como misterioso.
El hombre en su afán de conocer un poco más, ha enviado naves espaciales para estudiarlo.
Es tan inmenso que por más que envíen naves espaciales nunca podrán desentrañar aquello que está vedado a los terrenales como objeto de estudio y deberán conformarse con admirarlo que no es poco.
Son fascinantes las noches con estrellas, sobre todo cuando se las puede observar en lugares con escasa o ninguna edificación.
Son las mismas que vemos en la ciudad pero en espacios abiertos y solitarios parecen multiplicarse,
Se observan de mayor tamaño y más nitidez.
Busco esos sitios solitarios para encontrarte entre las constelaciones.
Por momentos envidio a Raquel, personaje bíblico que en una carroza de cristal atravesó el cielo hasta llegar al norte de la constelación de Orión para encontrar a su hijo perdido y rescatarlo.
De esa forma volvió con su madre al suelo terrenal.
No me cansaré de buscarte.
En ocasiones creo visualizarte en el ojo del universo.
Una constelación enorme de colores variados, brillantes y luminosos como vos.
Paso horas mirando la esfera celeste.
Mi única intención es verte, saber solo mirándote a los ojos si estás bien.
Tu mirada es tan expresiva que con ello me bastaría.
Me cuesta escribir en tiempo pasado.
Es más no lo haré mientras dure mi existencia.
Sería reconocer que no estarás aquí nunca más.
Sé que es así pero el amor incondicional que nos tenemos logra que te sienta muy cerca de mí.
Tatuado en mi alma te llevaré así hasta la eternidad.
Desconozco la duración de las cosas eternas.
Solo puedo aseverar que existe más allá de la vida terrenal.
Opinión que puede ser divergente a otras que respeto.
Tesoro te extraño, tanto que no se puede dimensionar.
Te pido un resto de paciencia.
Necesito que seas quien me abra las puertas del cielo para darte un abrazo interminable.
Mientras ello ocurre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Qrshx8BUDjk&t=75s
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