No existe nada en el mundo que me detenga en mi intento de llegar a vos.
El esfuerzo no se percibe cuando el motor de nuestro mayor anhelo es el amor más puro que nace en el mismo instante en que el médico confirma nuestra presunción,
Ser madre.
Un hijo es lo más maravilloso que le puede pasar a una mujer y no es una frase hecha.
Esa bendición de traer vida a la vida es el perfecto símbolo del sentimiento más noble que puede tener una mujer.
Amar a su hijo construyendo en forma permanente esa estructura que ni la muerte podrá hacer caer.
Así somos los dos, un par de locos a quienes gusta el arte en todas sus manifestaciones y lo expresa como puede o como quiere.
A vos te gusta cantar, a ni escribir.
Deben ser esos gustos paralelos los que nos convirtieron en cómplices y amigos, más allá del lazo indestructible de ser un hijo consagrado a su madre y una madre que correspondía a los sentimientos más nobles del ser que es su mejor obra,
Caminando por los senderos de la vida encontré una construcción de madera, al principio pensé que era una vivienda en el bosque como tantas otras.
El suelo era una alfombra de hojarasca ocre y amarilla mezclada con flores silvestres de distintos colores.
Wl primer instinto fue golpear la puerta para conocer a sus moradores.
Llamó mi atención que las hojas comenzaran a volar como si fueran pájaros con las alas desplegadas.
La puerta de entrada se abrió.
Instante mágico donde una luz dorada enceguecía hasta que me acostumbré a estar en un sitio tan luminoso.
No había paredes en su interior que indicaran que se trataba de una casa erigida en una zona boscosa.
Solo la pared del frente y la puerta para entrar al mundo que los griegos sin dudas hubieran calificado de inframundo.
Equivocadamente.
Quienes pierden la vida no están en un ese sub mundo sumergido sumergido.
Están en el paraíso o Edém que describieron tanto pensadores griegos como de la cultura romana.
Sófocles mi poeta preferido decía que el inframundo al que describían sus antecesores, no estaba poblado por personas sin vida sino por aquellos que sobrevivían presos del dolor por haber sufrido la pérdida de un ser querido.
Vulcano, deidad de los volcanes decía que todos los fallecidos iban a las entrañas del volcán Etna que era su morada.
Aseveraba que sus fraguas trabajaban todo el tiempo para incinerar los óbitos.
Jamás creí en esa postura antiquísima no todos los que legan a la muerte eligen la cremación.
Vuelvo a la casa del bosque.
No es casual que la hojarasca que tanto le gustaba acumular al prestigioso escritor argentino Ernesto Sábato, se transformara en aves doradas que levantaban vuelo hacia el infinito.
Tampoco es obra de la casualidad la luz brillante que aparecía ni bien se cruzaba la puerta,
No tengo dudas que la luz provenía de intelectos privilegiados como el tuyo.
Te conté en otra ocasión que cuando se apagaron las estrellas, Dios bajó a la tierra para llevarse seres de luz como vos.
No podía privar a la humanidad de la fascinación que aparece al contemplar el titilar de aquellas.
Sée que estás allí esperándome.
No dudes en mi llegada.
Mi más ferviente deseo es encontrarnos cuanto antes para llenarte de besos y abrazos.
Te amo tesoro de mi vida, pronto estaremos juntos más allá de la eternidad.
Recuerda mi vida, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=wcX5i0xrj0A
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