ELEVACIÓN

Buenos días luz de mi alma,
Es prioridad principal decirte que jamás cesará mi búsqueda.
Búsqueda capaz de propiciar nuestro encuentro.
En suelos he conversado con la diosa consagrada a la música.
¿Por qué lo hice?
Respuesta simple, y u sencilla.
Adorás todas las expresiones artísticas, en las que se encuentra la música que sin intereses mezquinos prodiga caricias al alma de quienes saben recibirla.
¿Qué pueden esperar los terrenales miserables?
Nada.
En el lugar que debería estar ocupado por sus corazones latentes, están las piedras transportadas por la ignorancia.
¿Qué se puede esperar de mentes supinas?
Absolutamente nada.
Es perder el tiempo intentando que una de sus neuronas se abra al conocimiento genuino.
¿Qué hacer con esos seres inoperantes?
Nada, el tiempo es un tesoro.
¿Merece alguno de ellos, lo desperdiciemos?
No, bajo ningún concepto.
Es necesario dejarlos, arado a sus impresiones.
¿Cambiarán?
Jamás.
Les he dedicado demasiado espacio.
Cielo que alumbra mi derrotero, he tenido la posibilidad de conocer a Eutarpe, hija del prolífico Zeus y Mnémosine.
¿Podés recordarlos?
En muchas de estas conexiones fantásticas te he hablado de ellos.
Euterpe, es la diosa consagrada a la música.
Amás todas las artes.
¿Podrías rememorar otros tiempos?
Refiero a los que cantabas música ciudadana de nuestro país acompañado en e piano por uno de tus mejores amigos.
¡Qué placer escuchar tu voz de barítono, entonando esas canciones?
¿En este momento estás evocando ese ayer donde nadie pensaba en tu muerte impredecible?
¿Puedo contarte mi sueño?
Es un poco loco.
Se producen cuanto la mente está en estado de vigilia.
Estaba a la vera de un río.
No me importó internarme en las aguas.
No sé nadar.
Un gripo de gaviotas acompañaba mi caminata.
El deseo era ascender hasta ese lugar donde estás.
¿He podido concretarlo?
Como siempre el resultado no es completo.
Utilicé como peldaños las teclas negras de un piano.
Sí.
Son las que corresponden a los bemoles y sonidos.
¿Te prenguntas por qué en mi mano sostenía un violín?
No podría explicarlo con certeza.
Seguramente deseaba que sus acordes al borde del llanto, arribaran a ese lugar que no me dejan conocer.
¿Se denomina cielo o solo se trata de un mito?
¿Sabías que necesito sostenerme en ciertas ilusiones, más allá de la veracidad de las mismas?
Ninguno de mis cuestionamientos ga sido resuelto.
¿Me importa?
No podrá aseverarlo.
Mi utopía demorada vaya a saber donde es la misma de otros relatos.
¡Quiero el reeencuentro!
Es mi única certeza, lo demás carece de importancia.
¿Qué haremos en ese instante sacro?
Disfrutarnos.
¿Ningún ente de esos que se arrogan la atribución de pensar por ambos, conoce nuestras prioridades?
¿Cómo se sigue transitando, por suelo terreno, cuando nos falta físicamente la persona que amamos allende la muerte?
Es una virtud teologal?
No.
Raciocinio en estado puro.
¿Cómo se hace para sobrevivir la muerte de un hijo?
¿Alguno de mis lectores ha pasado instancias tan crueles?
No deseo este trance ni siquiera para el peor enemigo.
¿Poseo alguno?
No.
Para generar un conflicto se precisan dos o más personas.
Lejos de mi esencia.
¿Cuándo entenderán que no me inmiscuyo en diatribas carentes de razonamiento?
¿No ha comprendido mi ignorancia hacia Ustedes.
No soy superior a nadie.
Tampoco entablo discusiones opacas.
¿Esrás asombrado, luz regente en cada uno de mis sentimientos?
No te preocupes.
Aprendí, gracias a tu luminosidad, a alejarme de los seres supinos.
No merecen más expresiones que las expuestas.
¿Cómo estás vida de mis entrañas?
¿Es tan terrible la soledad en el paraíso como en sueño terreno?
¿Qué puedo hacer para morigerar los estadíos cargados de tristeza que podrían apresarte?
¿Podemos compartir nuestras dudas?
¿Cuándo?
¿Estás demasiado lejano en el tiempo como para sepultar cada una de nuestras vivencias?
¿Cuál es la distancia que nos separa?
¿La eternidad se ha convertido en enemiga o solo es parte del trayecto para llegar a tu lado?
Han desaparecido las gaviotas que acompañaron el primer tramo de este ascenso.
¿Estarán entregadas al sueño?
¿Has podido observarlas revoloteando
Cerca de tu morada?
¿Has podido contemplar su belleza?
¿Te han dicho cuanto te extrañan?
¿En qué momento podremos reunirnos?
¿Podrás reconocerme o es una utopía que jamás cristalizará?
Tesoro de m alma, sigp ascendiendo por las teclas negras del un piano silencioso.
¿Podrás esperar mi arribo?
Te amos más que a nadie en el mundo.
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=OrD7b-rg0NM