Friday, March 22, 2019
GRAFEMAS
Tus detalles son una compañía constante, conmovedora.
Nunca pasan desapercibidos.
Sobre el libro que estaba leyendo, encontré un ramillete de coloridas flores y la réplica del reloj de bolsillo de tu abuelo materno.
Descansan inmóviles sobre una de las páginas del texto que comencé a leer hace un par de días.
¿Has podido ver el nombre del autor?
¡Acertaste!
Es el más nuevo de mi escritor favorito.
¿Recordás tu pregunta cuando iba a la librería?
¿Vas a la juguetería mamá?
Con la más calida de las sonrisas, asentía.
¿Por qué la denominábamos así?
En una ocasión me acompañaste.
Cuando salimos del local, expresaste “Las librerías son para vos. Como una juguetería para cualquier chico”.
Conclusión verdadera.
No existe nada más placentero que recorrer los estantes cargados de textos.
Todos contienen historias maravillosas o enseñanzas que ayudan a reflexionar.
¿Existe otro enclave donde podamos encontrar tanta variedad?
Todos los gustos están concentrados en esos locales.
Ningún visitante sale sin su ejemplar.
Ellos fueron un nexo entre los dos.
Inclusive después de tu ausencia.
En una ocasión uno de tus amigos tomó un ejemplar al azar.
Sorprendido preguntó por qué lo había marcado.
Alelada, respondí que no tenía por costumbre marcar los libros.
Los que leía, al terminarlos parecían recién comprados.
Cuando lo timé en mis manos el corazón dio un vuelco, eran tus trazos, señalando los párrafos que sabías serían de mi interés.
Curiosamente, meses antes comencé a escribir, insertando un tema interesante, lo había investigado.
Sentí, debía compartirlo.
Meses después, tu hermano de la vida, encontró las marcas mencionadas.
Cuando leyó la primera, entendí que en vida terrenal, indicabas el mejor camino para atravesar el dolor.
Comencé a recordar.
Meses antes de partir estabas parado en la biblioteca.
Entendía que ningún texto sería de tu interés.
Me miraste con una alquimia de profundo amor y tristeza.
Inquiriste sin titubear ¿Qué harías si te faltara?
Mi respuesta “Moriría detrás tuyo”
No pudo ser.
Desde entonces percibías el final que callaste para no herirme.
¿Por qué no pudimos emprender el viaje postrer, asidos de la mano?
En ese segundo todo comenzó a tener sentido.
Sin que me diera cuenta, te habías llevado un texto especial.
¿De dónde sacaste energía para señalar el sitio donde encontraría respuestas a la tragedia?
Observarlo con posterioridad me llevó a concluir en tu grandeza y sabiduría.
¿Sabías que a diario continuás sorprendiéndome?
¿Dónde estás?
¿Cuál es la distancia que nos separa?
¿Existe ese mundo que ahora genera tantas dudas?
¿Nos volveremos a encontrar?
¿Se cumplirán las utopías o nunca dejan de serlo?
¿Qué hago en el mundo de los terrenales?
¿A esta altura de los acontecimientos nadie entendió, que no es mi deseo seguir en la tierra?
¿Qué idioma debo utilizar para ser comprendida?
Algo tengo muy claro.
Lejos de cualquier estado de incertidumbre, solo quiero estar a tu lado.
¿Ocurrirá?
¿Recibiré señales previas?
¿Caerán los sueños como un castillo de naipes?
¿Alguien podrá disipar tantas tribulaciones?
¿Algo me faltó hacer?
El silencio nada contesta.
Es portador de más confusión.
No debo reconciliarme conmigo misma ni con la vida.
¡Solo necesito entender!
¿Es natural creer y descreer?
¿Saben que las dubitaciones producen callosidades en las heridas del alma?
¿En que momento cambiarán, tan vetustos paradigmas?
No deseo seguir con la lectura,
Regresaré el reloj de bolsillo a su estuche.
Las flores necesitan agua.
Iré por ella.
¿En tu hábitat, en el caso de existir ese espacio, has podido encontrar relojes?
¿Se mide el tiempo?
¿Has podido leer en alguna ocasión?
Sigue el silencio.
Tesoro, ayudame a llegar a vos.
Son demasiados los meses transcurridos.
¿Hoy te dije cuanto te amo?
Esperar, esperar.
¿Para qué?
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=sc255F5Fwt0
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