Querida abuela, no, no me gusta.
¿A ver cómo queda éste?
Abu:
Recibí por encomienda la muñeca que me regalaste, es muy linda, ya tiene su lugar en la casita del árbol.
Le puse un vestido con flores y puntillas igual al que estrené en mi cumpleaños.
Quiero contarte un secreto, ayer mientras jugaba en el jardín, del cielo bajó una señora muy bonita y extraña.
Tenía un vestido dorado como el sol, los ojos del mismo color que el cielo.
El cabello largo le cubría la espalda, llevaba prendidos entre el pelo flores de mil colores parecidas a la cola de los cometas.
No hablaba demasiado, bueno, no decía nada, pero la entendí observando su mirada.
Colocó alas en mi espalda, eran suavecitas como tus caricias.
Nos subimos a una luz y viajamos por el universo, casi toqué todos los planetas, vi de cerquita las estrellas, había silencio y música de ángeles.
Viajamos durante bastante tiempo por paisajes tan bonitos como desconocidos
Abu, no me retes, sé que no tengo que hablarle a los extraños, pero esta señora no es de aquí, no se llama inseguridad, desconoce las crisis, pero sabe bastante de los que habitamos la tierra, es extraterrestre.
Después de un tiempo volvimos a mi casa, mami me estaba esperando, no le conté nada, ella dice que soy fantasiosa, pero mi amiga parece humana.
No sé cuando vendrá a buscarme para pasear nuevamente por los espacios celestes, así llama al lugar en que vive.
Prometé no contar a nadie este secreto, fui feliz paseando por otras galaxias.
Te quiero mucho abu.
¿A ver cómo queda éste?
Abu:
Recibí por encomienda la muñeca que me regalaste, es muy linda, ya tiene su lugar en la casita del árbol.
Le puse un vestido con flores y puntillas igual al que estrené en mi cumpleaños.
Quiero contarte un secreto, ayer mientras jugaba en el jardín, del cielo bajó una señora muy bonita y extraña.
Tenía un vestido dorado como el sol, los ojos del mismo color que el cielo.
El cabello largo le cubría la espalda, llevaba prendidos entre el pelo flores de mil colores parecidas a la cola de los cometas.
No hablaba demasiado, bueno, no decía nada, pero la entendí observando su mirada.
Colocó alas en mi espalda, eran suavecitas como tus caricias.
Nos subimos a una luz y viajamos por el universo, casi toqué todos los planetas, vi de cerquita las estrellas, había silencio y música de ángeles.
Viajamos durante bastante tiempo por paisajes tan bonitos como desconocidos
Abu, no me retes, sé que no tengo que hablarle a los extraños, pero esta señora no es de aquí, no se llama inseguridad, desconoce las crisis, pero sabe bastante de los que habitamos la tierra, es extraterrestre.
Después de un tiempo volvimos a mi casa, mami me estaba esperando, no le conté nada, ella dice que soy fantasiosa, pero mi amiga parece humana.
No sé cuando vendrá a buscarme para pasear nuevamente por los espacios celestes, así llama al lugar en que vive.
Prometé no contar a nadie este secreto, fui feliz paseando por otras galaxias.
Te quiero mucho abu.
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