Podríamos decir que Bergen tiene la edad del tiempo, demasiado joven para ser anciano, mayor para ser un niño.
Comerá con ansias el plato de comida sabrosa que preparó Ava, mujer de mediana edad que eligió para que lo acompañara a recorrer los senderos de la vida.
Esa tarde hace frío en Berlín,besa a su mujer al despedirse.
Majestuosas se levantan las puertas de Branderburgo, símbolo de la ciudad unida.
Es temprano, sube al monumento para no perderse nada del espectáculo.
El sol del atardecer, intenta abrigarse con un manto de nubes blancas.
En pocos minutos aparecerá el maestro a ejecutar las más bellas melodías, esas que por su belleza forman surcos en el alma.
Trozos del muro derribado forman una calle adoquinada.
El tren llega a Berlín sin hacer sonar su silbato, respetuoso llega en silencio.
Los turistas llegados de distintas partes del mundo no quieren perderse el festejo que abrió el camino de la libertad.
Como un pájaro sin alas se deposita a su lado una tarjeta, puede leer el siguiente texto:
"Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo."
Rabindranat Tagore.
Ignora que uno de los turistas le acercará una invitación para visitar Buenos Aires, conocerá otras culturas.
No existen divisiones propias del idioma desconocido, el espíritu de libertad es solo uno.
Enjuga las lágrimas emocianadas.
Con la ayuda de Ava prepara las maletas, mientras el sol generador de vida se esconde para dar paso a una luna redonda, capaz de unir todos los continentes.
El vuelo llega en horario, se aloja en un hotel de la Avenida de Mayo.
Le agrada el paisaje, las copas de los árboles se abrazan sin pedir permiso.
No entiende que las vallas colocadas son para contener al público.
Llega la hora de prepararse.
El amigo argentino le explica que muchos niños han dejado sus dibujos en planchas de telgopor que parecen gigantes dormidos, acostados en la calle.
Disfruta viendo el colorido, por primera vez observa que esos rectángulos tienen los colores de las banderas argentina y alemana.
Todo es algarabía.
El tenor quiebra los murmullos de los asistentes, su voz infinita se eleva.
Lentamente caen las piezas del dominó, es igual a cuando se quiere recobrar la libertad de los pueblos, se hace sin prisa y sin pausa.
Se suma al aplauso interminable, comprende que el valor más preciado es capaz de unir a todos, sin tener en cuenta razas, credos o religiones, la libertad asoma en todos los hombres y niños que quieren tenerla para siempre.
http://www.youtube.com/watch?v=dma4r9ymDC4
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