Hace siglos escribí un libro, tal vez haya pensado que el mismo sería leído solo por los niños debido al nombre.
Muchos imaginaron que mi contenido sería solo comprendido por los bajitos.
Poseo una edición ilustrada que heredé de mi familia, las tapas son de cuero y las hojas finitas como las alas de las mariposas.
Hoy la tienen mis hijos, ellos no entienden mucho de valores, precisamente porque son niños.
Reciben y absorben todo los que con amor y paciencia se les explica.
Con ese libro tuvieron la posibilidad de ver esa rosa mágica que podían encontrar cerca de las estrellas.
Muchas tardes caminamos por la playa, es nuestro refugio cuando queremos distendernos o soñar con el futuro sin dejar de lado el presente.
Es verdad los nenes no se acostumbran a la lectura si los mayores no los incentivan.
De cada página se leen algunos párrafos, es inevitable dejar de compararlos con la realidad que viven muchos príncipes y princesas que pueblan la tierra.
Es justo el momento para enseñarles que todos tienen derecho a una vida digna, que es muy difícil ver a un niño descalzo o peor aún que llora por hambre, por desidia de quienes deberían prestarles atención más allá de sus padres.
Seguramente en algún momento de tu vida has accedido a mi lectura, no importa que edad tenías.
Te propongo un ejercicio, cuando estés cansado de la rutina, del malestar que te provocan las calles obstruidas por los que reclaman con razón o sin ella, te tomes un tiempo para releerme.
Entiendo que sos grande, que venís cansado/a del trabajo, sé que los utensilios de cocina te esperan, tenés que preparar la cena para recibir a tu familia, estar alerta para que tus hijos no lleguen demasiado tarde de sus obligaciones.
Ello te preocupa y está bien que así sea.
Solo cierra los ojos por un instante sin pensar en el reloj que autoritario te acosa.
Recuerda mi contenido.
Sí, ese aroma que percibes es el de las amapolas o el de las flores que más te gusten.
¿No te gustan las rosas?.
Carece de importancia, permítete soñar con un mundo diferente en el que no haya espinas.
Concédete un minuto solo para vos, acude a tu memoria.
Comprobarás que todo es posible si tenemos la intención de cambiar para que el mundo sea diferente.
Cuando sientas pena estaré para reconfortarte, no olvides que sigo vigente, no me fijo en la edad de mis lectores.
Mira, en el dintel de la ventana te dejé una rosa, tómala entre tus manos cansadas, juntos seremos el principio del entendimiento.
http://www.youtube.com/watch?v=HcH69MKu1FQ
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