Para: sol@sur.com
De: luna@norte.com
Querida amiga:
Inesperadamente recibí tu correo, cambiaron el destino del viaje, quedamos gratamente sorprendidos.
Quiso la casualidad que se alojaran en el mismo hotel que hace un par de años estuvimos nosotros.
Inevitable no recordar las farolas que iluminan el sendero que lleva a la entrada, parecen luciérnagas gigantes con sombreros transparentes.
Las noches portorriqueñas son mágicas, pocos cielos muestran tal cantidad de estrellas, la cadencia de la música invita a bailar.
Los lugareños maravillosos, siempre tienen en su casa un árbol de infinitas flores color naranja, su nombre es flamboyán, si al despedirse de ti, te obsequian un flor quiere decir que volverás a la Isla del Encanto.
Nunca mejor puesto el nombre, por donde mires hay belleza.
Quedé fascinada con el color turquesa de las aguas límpidas, donde se pueden reflejar hasta los pensamientos.
No olviden visitar el castillo del morro, está edificado sobre un acantilado, no muy lejos de la ciudad.
Por fuera es sencillo, la sorpresa la encontrarás en su interior, no quiero adelantarte mucho, solo te digo que sentirás estar viajando en el tiempo.
No quiero despedirme sin agradecerte que hayas conseguido las vacantes en la escuela para tus sobrinos del alma.
En pocos meses estaremos disfrutando de nuestro lugar en el mundo.
Deleitense con este momento que les regala la vida, para ello han elegido una de las sucursales que el paraiso tiene en la tierra.
Recibe un beso enorme,
Luna
PD: En el archivo adjunto encontrarás las fotos que hemos tomado en las fumarolas y géiseres del desierto.
http://www.youtube.com/watch?v=Ch31uFbvZfE&feature=related