AMANECER PENSÁNDOTE

En la mitología romana, Aurora es la diosa del amanecer.
En las leyendas griegas ese don los tiene Eos.
Mujer encantadora, hermana del Sol y la Luna, vuela or los cielos anunciando la salida del sol.
Sus hijos son los cuatro vientos.
Ellos muchas veces la ayudan a surcar el firmamento y a pintar de majestuosos colores el firmamento antes de la salida de Febo.
No soy ni una ni otra.
Como Eos soy mamá del hijo más hermoso que pudo vivir unos pocos años en suelo terrenal.
Siempre despido a los duendes nocturnos, con sus enigmas y misterios pues al despertar lo hago pensando en vos.
En realidad te pienso todo el tiempo.
No importa si estoy dormida o despierta.
Me produce placer levantar las persianas.
Mágico instante donde los cortinados parecen pájaros emprendiendo vuelo propio.
Entra la frescura de esa hora temprana con la fragancia de las flores aún vestidas de rocío.
Es una ceremonia recibida por los pájaros comienzan a salir de sus nidos entonando las más bellas melodías.
Temerosa una luciérnaga que ha trasnochado, se esconde entre las matas de flores, hasta que llegue la oscuridad.
Diáfano el cielo utiliza colores rosados y verdosos.
Algunas nubes traviesas pretenden ocultar los primeros rayos de sol.
Imposible, en ese instante de magia aparecerá uno de sus sobrinos (el viento) para que la esfera celeste, muestre la intensidad de su belleza sin fin.
Antes disfrutábamos del paisaje celestial juntos.
Desde hace casi treinta meses, tenés la opción de mirarlo con los ojos de mi corazón o bien desde lo alti de tu morada.
No tengo en cuenta las horas del días, todas están ocupadas por vos.
Juntos no importa la forma que el destino nos haya asignado podemos admirar como antes, todo aquello que conforma caricias para el alma.
Ni por un instante dudes que toda la belleza que a diario ofrece la naturaleza me gustaría contemplarla con vos.
No creas que me conforma la decisión apresurada del destino.
He llegado a pensar que dejándome aquí sin mucho sentido común es para castigar mi rebeldía innata.
Desconoce los sentimientos de una madre que ha perdido la más grande de sus obras.
Si lo supiera su accionar sería distinto.
Sabe que odio esperar más de lo necesario. Por ello me castiga.
Por otra parte no le gusta que lo desafíen.
Lo hago siempre, le reclamo constantemente con la esperanza que algún día se canse y tome la decisión de enviarme a tu lado.
Ocurrirá.
Mientras esperamos te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=spTMICIuJD4