NUESTROS PENSAMIENTOS

De las flores que existen en la naturaleza es una de las más sencillas.
Su textura es aterciopelada.
Florecen en invierno, en sitios con suficiente sombra pueden durar casi hasta el verano.
El frñio del invierno o las heladas no quema sus delicados pétalos.
Muy por el contrario los embellece.
Te gustaba que hubiera muchos en el jardín.
A todo el que venía con tu manita lo tomabas para llevarlo a ver ese tan maravilloso que habías plantado vos.
Hasta en el gusto por las plantas éramos como siameses.
De todas maneras nuestra prioridad eran los otros pensamientos,
Pensamientos que se generan en la mente y el corazón.
Ayer extrañé no poder establecer esta magia que nos comunica y acerca.
Debo reconocer que desde tu ausencia física estoy más vulnerable.
Como soy exageradamente cumplidora con aquello que prometo, me gusta que la devolución sea parecida.
Máxime cuando una no ha pedido nada y la promesa surge del otro.
La falta de cumplimiento en la palabra empeñada es subestimar a quien las recibe.
Ayer fue un día muy duro, no solo por el tema promesas sino porque se cumplieron novecientos días de nuestra internación.
Una bísqueda de mejoría de un cuadro gripal que terminó de la peor manera y no es mi deseo no debo olvidar lo sucedido en esos quince días de horror.
Tu hermoso rostro tomado por la palidez denotaba preocupación.
No alcanzaba que te inventara viajes próximos a realizar, cando los dos sabíamos que el final se acercaba inexorablemente.
Fueron días de locura extrema.
Días y noches que nos encontraban tomados de las manos.
Una tarde te noté pensativo.
La mirada en un punto fijo sin mirar nada.
Pregunté si sentías algún dolor y respondiste “Me siento en estado de desamparo, no te vayas”
Te abracé con fuerza, también yo me sentía así.
Nunca me hubiera ido del lugar de internación.
Mi vida siempre gira alrededor tuyo.
No es un cariño obsesivo sino una gran empatía que pocas veces se da entre madre e hijo.
Los dos somos temperamentales y jemos discutido infinidad de veces.
Discusiones de cualquier tenor, lo bueno es que siempre arribábamos a una solución.
La vida a tu lado tenía razón de ser.
Los días actuales son monótonos, vacíos de contenido, monótonos.
Faltas vos con tu alegría desde que despertabas.
Esas vivencias son la fortuna más inmensa de mi vida.
Mi ilusión es encontrarte.
Novecientos días son demasiados.
Días con sus noches en los que he sido privada de acariciarte, mirarte o simplemente darte un beso.
Lamentablemente debo esperar.
No entiendo por qué tanta demora cuando estoy dispuesta a partir,
Mi tesoro te amo y siempre te pediré que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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