MANUSCRITOS

Desde horas tempranas, el cielo gris preanunciaba su llanto incontenible.
¿Es posible que haya recordado que hace tres meses partió hacia vos un ser especial?
No dudo que también parte de esas lágrimas son gemelas a las mías por tu ausencia inexplicable, aún cuando hayan pasado casi cuarenta meses.
Me gustaría en estos casos donde la soledad y el desamparo se hacen sentir de manera demoledora, tomar un bloc de hojas, elegir una de las tantas estilográficas que he coleccionado para escribir sendas cartas a los dos.
¿Comprenderías si expresara, me encantaría utilizar las plumas de antaño?
No son gustos exóticos.
No estaría mal volverá ejercitar la escritura de puño y letra.
Ejercicio que se ha perdido con la tecnología, tan prolija como imbuida de frialdad.
Nada se compara con la tibieza de los caracteres dibujados con nuestras manos.
Los rasgos de aquellos, son transmisores del estado de ánimo de quienes utilizamos esa técnica, vigente desde tiempos inmemoriales.
Es cierto que la red logra que todo llegue al instante.
En mi caso deseo escribir a todos los que te antevieron en el camino y a quien te preceddió, en el ascenso por los peldaños que llevan al Reino de los Cielos..
¿En que momento comenzaré a transitar el mismo derrotero?
¿Es tan difícil de comprender que quienes hemos sobrevivido a la tragedia, imperiosamente necesitamos darle un beso a nuestros hijos?
¿Qué les contaría en mis envíos?
Vivencias compartidas del ayer.
Las que han nacido posteriores a las ausencias.
Evocaría tiempos de juegos.
Los tenues destellos del Sol ingresando por la ventana, serían energía para mis musas, a veces distraídas.
¿Han recorrido en estos días. Maravillosos paisajes del Paraíso Celestial?
¿En que momento podré acompañarlos?
Enigma difícil de resolver.
¿Por qué el tiempo cuando ocurren ausencias irreemplazables, se muestra cansino?
¿A que se debe que su paso sea veloz, en el instante que elige arrancar a los seres amados de nuestro lado?
¿Ignora que el amor es sanador?
Días pasados conversaba con la profesional que intenta ordenar mi mente, ayudándome a superar los duelos, en un momento le comenté que es posible percibir el final de alguien que ha sido elegido por ese Ser superior para llevarlo con él, y es totalmente distinto cuando la vida de un golpe certero te muestra la realidad
¿Cómo se hace para aceptar que no los veremos más?
Situaciones inmodificables.
¿Qué otro contenido tendrían esas cartas?
Evocar viajes compartidos.
Rememorar paisajes majestuosos, que si bien siguen en su lugar, no deseamos verlos más.
Sería horroroso, transitar por los mismos caminos que recorrimos juntos.
Nada sería igual.
Personalmente decidí no regresar a los sitios que conocí con vos.
¿Me he convertido en un ser huraño?
De ninguna manera.
La soledad no buscada es arrolladora.
No permite, resurjamos como el Ave Fénix.
Estamos condenados a la oscuridad.
Es cierto que en algunos casos las tinieblas, permiten ser atravesadas por la luz de los elegidos como vos.
No siempre ocurre así.
Cuando comencé a escribir el cielo derramaba lágrimas.
Ahora sus gritos son desgarradores.
¿Nos están recordando que nuestra compañera es la angustia?
Es posible, más no necesario.
Mis despertares son todos iguales.
Es mi voz quien interrumpe el sueño llamándote.
¿Es temerario pensar que algún día responderás?
De ser así, no lo tengo en cuenta.
Es una de mis utopías.
¿Cristalizarán alguna vez?
Jamás perderé la capacidad de soñar con el ansiado reencuentro.
La angustia en ocasiones me lleva a pensar que nunca más nos volveremos a ver.
En el momento de recibir tu energía pienso en la posibilidad de la vida en otras dimensiones.
Tesoro, sabés que te amo de una manera difícil de dimensionar, quiero contarte que hoy mis musas estaban dispersas.
Contar ausencias duele.
Convoqué a Tot, dios griego consagrado a la escritura y sabiduría.
Fue esa deidad quien me instó a escribir de puño y letra.
¿Quién se ocupará de hacerte llegar mis manuscritos?
¿Cuál es la dirección exacta del Edén?
¿Quiénes son los seres alados que en este preciso instante te acompañan?
¿Son aquellos en los que estoy pensando?
Reonocerás las mías.
En cada sobre colocaré, un signo conocidos por los dos.
Prometo llegar a todos lo antes posible.
No depende solo de mis deseos.
Mientras espero, te ruego nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


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