TAÑIDO DE CAMPANAS

Buenos días mi cielo adorado.
¿Se puede iniciar un relato saludando al protagonista eterno que da vida a mis musas?
Tal vez no sea políticamente correcto.
¿Qué importa?
Siempre he transgredido las normas de la escritura.
Causa por la cual jamás pude escribir poemas como lo hace tu abuelo materno.
Entiendo la escritura se limita cuando es necesario adaptarse a ciertas normas.
No tengo intenciones por ahora de expresarme de esa manera.
Asumo que no son para mi forma de establecer estos diálogos que me acercan aún más a vos.
Desperté temprano.
Es habitual desde tu ausencia.
Teng por costumbre llamarte.
Entro en estado de pánico cuando tu voz no es audible.
No puedo eviar en la terrorífica distancia que intenta sin éxito separar a esta mamá del amor más grande que tiene.
El sonido de tus murmullos adorados fue tapado por el tañido de las campanas de una iglesia cercana a m refugio.
En el instante que escucho su sonido metálico
no puedo evitar un llanto incontenible.
¿Recordás cuando eras un niño de pocos años y visitamos un cementerio para admirar la arquitectura de los monumentos?
Lugar emblemático de la Ciudad de Buenos Aires.
Allí descansan los restos de próceres de la historia.
Hoy que el tiempo ha transcurrido inexorablemente, pienso que no fue un paseo histórico.
Desconociendo el final de tu efímero paso por el mundo de los terrenales, te hice conocer parte de nuestras raíces.
¿Qué mamá puede pensar que su hijo no vivirá para despedirla?
¿Podrás perdonarme algún día ese paseo?
A pocos minutos de llegar nos sobresaltó el tañer de las campanas.
Un ritual que se repite ante la llegada de otro habitante del cementerio.
No es bueno anticipar los sucesos.
No pude evitarlo.
Tampoco es posible demorar la llegada de esa mujer vestida de negro cuando nos arrebata a un ser querido.
Las campanas no tienen fecha cierta de aparición entre los terrenales.
La mayoría está fabricada en un metal noble como el bronce.
Tienen forma de copa invertida, en su interior cuelga un badajo.
Accionado por el campanero sus sonidos reflejan alegría o tristeza.
Recuerdo los campanarios de los monjes benedictinos de la campiña francesa.
Todos los conventos donde estalla la arquitectura del renacimiento poseen un sitio denominado campanario.
Puede albergar una campana o varias.
Oír su tañido estremece en medio de la nada donde solo es posible escuchar las voces del silencio.
No siempre ls campanas están relacionadas con la muerte.
Son también las que ubicadas en una escuela indican a los alumnos la hora de volver a las aulas.
Impresionante escucharlas en medio de las sierras jujeñas.
El tañido se multiplica llamando a otras voces metálicas.
La tecnología ha suprimido a los monjes o monaguillos que las accionan en las iglesias.
Los dispositivos especiales de esta era permiten accionarlas desde cualquier lugar de los edificios religiosos.
En las fiestas decembrinas tienen por costumbre brindar un concierto de campanas.
Muchas parroquias de manera sincronizada hacen tañer las campanas.
¿Será la música preferida de los ángeles?
En esta realidad
qe vivo, esos sones me conmueven,
¿Querido en tu cielo cómo son las campanas?
¿En qué circunstancias son utilizadas?
¿Reciben a los seres que han abandonado la vida terrena?
¿Has logrado atender esa llamada
en el instante de tu arribo?
¿Son las mismas que recibieron al ser que te amó y partió hace casi tres meses?
¿Has podido mostrarle cada uno de los rincones del Paraíso Celestial?
Conociéndote, comprendo que estas preguntas sobran.
Pese a ello necesito que puedas transmitirle paz.
La familia la extraña.
Es normal.
Ha sido la primera pérdida que ha sufrido.
¿Mi cielo recordás
cuando un reconocido orfebre
nos recomendó tener como llamador de nuestro refugio como llamador una pequeña campana?
Reconozco que la
reacción de mi parte, no fue para nada amigable.
Sucede que siempre he relacionado aquellas con momentos tristes.
¿Conocía en ese entonces que la tragedia asestaría el más traumático de los golpes?
¿Cómo se asume la muerte de un hijo?
Es imposible.
Inhumano.
Te traje a este mundo para que vivieras.
¿Cuáles son los argumentos sostenibles en el tiempo que justifiquen tu partida?
Afirmo que lo antinatural no debería existir.
Te extraño mi alma.
No deseo estar sujeta a un tiempo imperfecto.
Quiero irme a tu lado.
La espera no se sostiene.
Tesoro te pido un poco más de paciencia.
Llegaré.
Mientras nos entregamos a esta insólita espera,
te ruego nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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