Friday, December 28, 2018
SIEMPRE EN MI ALMA
Con monotonía inusual se desprenden las hojas del alma que, colgado en la silenciosa pare de mi refugio.
No es perceptible ningún sonido en el momento de desprenderse, de su eje.
Instante en que parecieran desplegar alas imaginarias, volando hacia destinos inciertos.
Así son todos los meses del año.
¿En qué lugar estarán los que han pasado dejando marcas que nadie podrá eliminar?
¿Están en tu cielo?
¿Han podido reencontrarse no solo con vos sino con todos aquellos que te antecedieron en el camino y también quien precedió el mismo hace poco más de tres meses?
¿Han podido darse el abrazo especial que entremezcla las alas de los seres que viven en otra dimensión?
Cuando puedas, sin entristecerla contale cuanto la extrañamos en suelo terrenal.
¿Recuerdos?
Demasiados.
Tantos que cada uno en su arribo transporta dolor.
Tengo la certeza que hoy que se cumplen cuarenta meses de tu partida, ella, sin ánimo de suplantar a nadie, te dará el abrazo que necesitas.
¿En el cielo los ángeles se abrazan como aquí?
¿Cuáles son los temas de conversación?
¿Se acuerdan de quienes quedamos en suelo terreno, recordando cada instante compartido?
¿Por qué no he podido asumir tu muerte?
¿Cuál es el argumento para que tampoco pueda asimilar la de ella?
No te preocupes, mi cielo, jamás develaría sus identidades.
¿Peco de ser demasiado reservada?
Tal vez.
Entiendo que soy demasiado respetuosa de los seres humanos como Ustedes.
¿Cómo me atrevería a revelar sus nombres?
Jamás.
¿Obtendría algún beneficio?
Ninguno.
Solo mancillar sus memoria.
¿Te conté alguna vez que ella con su esposo fue la primera en acudir a la primera institución sanitaria donde estuvimos internados.
¿Sabías del gesto que tuvo hacia los dos desde su comprensión de mamá?
Pocas veces la sentí tan cerca de mí.
¿Sería que como, mamá e momento que pasábamos, era el principio del camino al infierno?
Es temprano.
Habitualmente, comenzamos nuestras conexiones, pasada la media maña.
Hace cuarenta meses a esta misma hora, aún estabas con vida.
Vida de cristal.
En cualquier momento podía convertirse en añicos.
¿Cuántas veces te conté que estabas más hermoso que nunca, esperando el final?
Tu rostro trasuntaba absoluta paz.
Cuerpo rosado como un bebé que llega a la vida.
Contradicción.
Llegabas a las puertas de la muerte.
¿Cuántas otras expresé que tu belleza impactante me llevó a intentar tomar una foto de tu cuerpo yaciente?
Primó la cordura.
Jamás hubiera atentando contra tu vulnerabilidad.
Esa imagen del final inesperado, decidí para siempre guardarla en mis retinas.
Lamentablemente he presenciado a lo largo de mi vida otras partidas.
Cada una de ellas mostraba signos de dolor,
Lividez total.
Tu caso fue diametralmente opuesto.
Así como estabas rozagante en el momento de abrir los ojos a la vida, con idéntica actitud esperaste entregarte, a la muerte.
¿Sabías que nunca aceptaré, mientras tenga un halito de vida, tener un hijo muerto?
No es dura la palabra escrita, forma parte de la realidad.
Te traje al mundo de los terrenales para que pudieras cumplir tu derrotero.
Cristalizar cada uno de tus sueños que no eran pocos.
¡Por Dios!
¿A que se debe tamaña injusticia?
¿Nadie entiende que la capacidad de amor de las madres es sanadora?
¿Cuál es el motivo que no nos permite igualar a Raquel?
Personaje bíblico que no dudó en llegar a la Constelación, ubicada al oeste de Orión para rescatar a su hijo sin vida.
¿En el mundo de Cronos, no tenemos igualdad de derechos y obligaciones?
¿Quién osaría explicar a una mamá, que algunos hijos deben morir?
¿Comprenden que quedamos en absoluto desamparo?
¿Quiénes son Ustedes para arrogarse el derecho de decidir quien debe seguir o quien debe llegar al fin?
¿Poseen algo de sensibilidad?
Arrastraré esa mochila hasta el fin de mis días.
Ello no implica olvidar cada uno de mis reclamos.
¿Tan necios son?
¿Escucharon las últimas palabras de mi hijo amado?
Cuando estaba a punto de despuntar el alba, pronunció, las palabras más dulces que logré escuchar en esta vida sin sentido,
.
Expreso a duendes que no he conocido, su lugar de residencia.
En el instante que pregunté con quien vivía allí, pude oir la musicalidad de sus palabras “Con mi mamá”
¿Cómo olvidar ese instante sagrado?
¿Los dueños del tiempo son padres?
¿Alguna vez le transmitieron la profundidad de su amor?
Mi hijo amado, pudo hacerlo hasta callar para siempre su voz.
Mi tesoro querido, a esta hora, hace cuarenta meses te faltaban pocos minutos para permanecer en suelo terrenal.
¡Por favor basta de contar ausencias!
Es evidente que algo faltó hacer para retenerte, en el mundo de los vivos.
¿En que me equivoqué?
¿Se atreverían a señalar mi error?
Mi ida, sabés que te amo más que a nadie en el mundo,
Debo seguir esperando para darte un beso.
Necesidad básica de una mamá.
Mientras el tiempo transcurre sin piedad, vuelvo a pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=aVbpHMG5vAs
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