CARICIAS ALADAS

Tristeza constante.
Abatimiento llamador del sueño, intentando ver tu adorada imagen.
Son demasiados los meses transcurridos sin poder darte tan solo un beso.
Sumergirme en la profundidad de tu mirada eternamente.
Mis párpados pesan demasiado.
Han sido testigo de lágrimas que se renuevan a diario.
Te pienso.
¿En que sitio podría encontrarte?
Despliego mis alas imaginarias.
Preciso descansar un instante.
¿Soñarte?
También con aquellas acariciarte.
Suave.
Igual a las plumas que las conforman.
Por los caminos de la memoria encuentro más piedras que flores.
La inmensidad de la pena marchitó los colores.
Cierro los ojos.
Mi almohada temporal serán las alas con las que deseo acariciarte para expresar el cariño inmenso que se renueva cada día.
Intenso.
Solitario.
Casi perfecto por la pureza de los mismos.
¿Existe algo más enorme que el amor de un hijo y su madre?
¿Por qué se nos ha vedado seguir compartiendo cada momento?
¿Cargo una mochila repleta de piedras?
No.
Son caricias aladas de las que sos el único dueño.
Mis manos están frías.
¿Temperatura parecida a la del día que dijiste adios entre sueños?
No.
La muerte es gélida.
No se puede comparar con nada existente en suelo terreno.
Frío que no se siente en la inmediatez del tiempo.
El terror de la inmovilidad apareció cuando tuve que reconocerte.
¿No es una locura imperdonable, pedir a una mamá sea quien de fe, que el cuerpo yaciente corresponde a su hijo sin vida?
¿Quién fue capaz de cometer semejante atropello?
¿No vieron que hasta escuchar el último y débil latido de tu corazón, estuvimos tomados de la mano?
¿Cuál es el criterio utilizado para exigir a una madre atestigüe su descendiente no tiene vida?
¿No es criminal el comportamiento de quienes redactaron ese protocolo inhumano?
¿Acostumbran a cambiar cuerpos y almas en las morgues de las instituciones médicas?
¿De dónde copiaron semejante barbarie?
Ni siquiera las bestias tienes ese comportamiento.
¿Estaban lúcidos en el momento de transformar en palabras los peores razonamientos?
Tengo la certeza que si hubieras tenido la probabilidad de presenciar semejante sometimiento, hubieses convocado a la ira.
Muy pocas veces te observé preso de ella.
Los seres de luz, no tienen ese tipo de reacciones.
No hay que confundir bondad con carencia de sentido común.
En los seres luminosos como voz, la alquimia es perfecta.
Puedo conciliar el sueño.
El cansancio doblega la mente que no descansa, como decís vos, quitamos horas al descanso “Para planear estrategias”
¿Son parecidas a las que llevan a cabo ciertos terrenales?
De ninguna manera.
Las nuestras siempre son para ayudar a otros.
En ellas también incluimos a los necios que hacen diferencias sobre la edad de las personas cuando deben partir.
¿Cómo pueden ser tan ignominiosos para decretar que merece vivir un niño y no alguien que tiene más edad?
¿Gas podido observar en otros semejante nivel de ignorancia?
¿Estarán peleados con la vida?
¿Es posible considerar tanto resentimiento?
Solo se entendería con ciertos atenuantes.
En pleno siglo XXI es lego aquel que elige el camino más corto.
No es posible transitar por la vida intentando transferir odio.
¿Por qué esas vidas tienen la altura de una hoja de diario?
Una vez más la razón te asiste, no merecen mi atención entes tan chatos.
Sucede mi cielo que ante el desprecio constante por la vida de terceros reacciono con virulencia.
Puedo escucharte pronunciando, uno de tus tantos axiomas, pocas palabras, imbuidas de certezas
“No es grave, ma”
Extraño cada uno de tus pensamientos, una razón más para continuar esta búsqueda desesperada.
Mientras descanso sobre mis alas, creo serían el transporte perfecto para hacerte llegar mis caricias.
¿A qué lugar del universo debería enviarlas?
¿Puedo ilusionarme y seguir sintiendo que en algún enclave del destino podremos reencontrarnos?
¿Sucederá?
¿Es probable la existencia de otros mundos que auspicien nuestro encuentro final?
¿Cuándo dejaré de transitar espacios poblados de tinieblas?
¿Será posible presenciemos juntos las luces del albur?
¿Mi esencia solo será parte del ocaso?
¿Sabés cual es la causa que impide disfrute de la naturaleza?
No te tengo.
Nunca una mamá puede acostumbrarse a la partida de su hijo.
Por más que trate de obtener pequeños atisbos de paz, no tenerte produce desconsuelo.
Estás arraigado en cada célula de mi ser.
En cada una de las neuronas de mi cerebro.
¿Por qué olvidaste ensañarme a vivir sin tu presencia?
¿Elegiste esa postura para evitar este dolor inconmensurable?
¿Por qué hasta último momento pensaste en mí?
¿No es enorme la grandeza de un humano que está esperando la muerte, pedir a sus hermanos de la vida protejan a su madre?
El frío de mis pies descalzos logra sacarme del sopor que produce el estado de vigilia.
Busco las alas en mis hombros.
No están.
¿Por qué ni siquiera puedo pretender tener alas que te lleven mis caricias?
¿Hasta cuándo estaré en poder de mis carceleros?
¿Cómo hacerles comprender que mi lugar no está en suelo terreno?
¿Por qué tanta arbitrariedad?
¿Cuál es el motivo que les impide decir o argumentar este castigo tan carente de sentido?
¿No han percibido que jamás cesaré en la búsqueda que permita llegue al ser que más amo en el mundo?
¡Necios!
Despojada de alas, regreso a mi refugio.
Al abrir la puerta lo primero que visualizo es un portarretrato que está en la mesa del comedor.
Estamos juntos.
Abrazados como siempre.
Una toma sorpresiva.
La guardaste en tus imágenes.
Supe de ella cuando la recibí como el mejor obsequio de manos de uno de tus hermanos de la vida.
Gesto adusto, señalando algo que no puedo recordad que era.
Instante perfecto de tiempos felices.
Hoy en contra de mi voluntad, debo transitar derroteros que no deseo.
Te amo más que siempre, por ello nuevamente te pido, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=O8HsSx0EtTI