BIFURCACIONES

La existencia logró recorriéramos todos los caminos de manera paralela.
Tomados de la mano o bien uno junto al otro a la par.
El constante guiño de los dorados rayos de sol, nos hizo creer siempre sería así.
Unidos en alma por proyectos.
Transitando los senderos de la vida con la gracia de compartir todos los minutos de nuestras existencias.
Sería necia si no reconociera que a lo largo de la sinuosa senda, no hubo instantes imperfectos.
Tan dolorosos como incomprensibles.
¿Cómo salimos de esos avatares que a veces el destino o como se llame nos obsequia sin pedirlo con antelación?
Unidos.
Cual seres indivisibles.
Si fuera necesario graficarlo con palabras debería hacer uso de un oxímorom.
Siameses de distinta edad.
No levanten críticas.
Sé que los siameses nacen unidos.
Como toda regla a través de los siglos tiene su excepción, puedo afirmar sin temor a cometer una equivocación, que esa es la figura literaria que mejor nos representa, tanto a mi hijo como a mí, su orgullosa mamá.
No crean que nuestras vidas fueron fáciles.
Viajeros constantes del mundo de los eufemismos., el mundo de los sueños que solo tienen las almas libres, jamás de los jamases nos importó aquello que revista n la categoría de material.
¿Para que sirve poder acceder al oro y oropeles si te falta lo más importante?
¿A qué me refiero?
A los afectos.
¿Cuál elegiría como el primordial?
¿Ese con el cual no se puede continuar?
Sin dudas, con absoluta certidumbre, el amor de un hijo hacia su mamá, sentimiento que se responde con igual intensidad.
¿Qué marcó la diferencia entre nosotros?
La falta de vanidad.
Reconocer sin hipocresías que podemos equivocarnos.
¿Por qué elegí para este contacto fascinante una imagen de líneas que a la vista de los lectores puede resultar extraña?
Simple y sencillo.
La vida de mi descendiente amado y la vida siempre fueron paralelas.
Las curvas se debe a los momentos inesperados que nos tocó atravesar.
No fuimos, somos o seremos diferentes al resto de los mortales.
¿Tal ve, si?
Probablemente no lleguen a encontrar en sus vidas ni en otras otros terrenales como nosotros.
¿Dónde radica la diferencia?
En el amor.
La comunión de pensamientos.
El poder conversar a través de la mirada sin utilizar el don de la palabra.
¿Cómo se logra?
Aprendiendo a escuchar al otro.
No cosificarlo o hacerle sentir autoridad por la edad.
¿Poseemos más experiencias por los años vividos?
No.
Si estos no se aprovecharon bebiendo y practicando los valores que nos inculcaron, aseveraría un no rotundo.
Es difícil manejar los sentimientos.
Verdad de Perogrullo.
Puede obtenerse cuando la comunicación no está plagada de actitudes miserables.
¿Podemos considerarnos mejor que otros humanos?
¡De ninguna manera!
¿Por qué?
Alguien eligió que integráramos la raza humana.
Sin diferencias de ninguna especie.
¿Quién implantó aquellas?
La necedad de el famoso “Tanto tienes, tanto vales”.
Ridiculez e ignorancia total.
¿Llevarás algo en tu equipaje en el momento de morir?
¿Sabías que la mortaja carece de bolsillos?
¿Para que sirve acumular si al final del camino nos iguala el fin?
¿Alguna vez te has detenido ante la presencia de un menesteroso o tu primera actitud es replicar “Es un vago”?
¿Dónde está tu racionalidad?
Refiero a la que te permite tender la mano sin juzgar.
¿Podrías hacerlo en tu vida cotidiana?
¿Es más fácil señalar?
No tengo pretensiones de juzgar a nadie.
Solo llamarlos a reflexionar.
¿Quién soy?
Una mamá que perdió al mayo tesoro de su vida.
Una mamá que nunca aceptará tener un hijo muerto.
Una mañana que llora antes de intentar dormir.
Una mañana despierta con el frío de las lágrimas de su rostro.
¿Por qué todo se transformó en oscuridad ante esa partida sin justificación racional?
¿Por qué debo aceptar tu muerte si estás más vivo que nunca en todo mi ser?
¿Llegás a comprender lo absurdo de ciertas creencias?
¿En que lugar está escrito que los hijos pueden mirar antes que sus mayores?
¿Quién tiene la absoluta potestad de elegir entre los que debe morir y aquellos que deben seguir en el mundo de los terrenales?
Es mi intención expresar en este contacto que permite de alguna maneta acercarme un poco más al ser que más amo en el mundo, nuestras esencias recorriéramos suelo terrenal en forma paralela.
Un día que no puedo quitar del calendario, los trayectos se bifurcaron,
Hierática la muerte, arrancó de mi lado a mi descendiente.
¿Había llegado su hora de morir?
¿Quién puede aseverarlo con absoluta certidumbre?
¿Nadie, verdad?
La vida se convierte en un páramo cuando comienzan a faltar los afectos.
¿Existe algo para suplir la muerte de un hijo?
¿Han pensado en la probabilidad remota de ver morir a sus hijos?
¿Pueden imaginar el dolor?
¿Deja secuelas el desamparo?
Nunca mis musas se atrevieron a imaginar en la posibilidad que el protagonista de un relato, muriera antes de ser que lo trajo a la vida para que viviera?
No es fácil recuperarse de in golpe de tamaña magnitud.
Menos fácil es comprender que la ausencia será para siempre.
¿Alguna vez han tenido la experiencia, de enfrentarse con casos parecidos al mío.
Espero que, no.
Es difícil para una mamá separarse de su hijo en forma definitiva.
¿Sirven los viejos paradigmas que aseguran futuros reencuentros?
¿Puedo creer en ellos?
¿Existen pruebas contundentes o solo es un mito que se transfiere a través de los años?
¿Puedo contarle un secreto que no es tal?
No quiero permanecer más tiempo en suelo terrenal.
No soporto enfrentarme con la realidad.
En poco más de dos meses se cumplirán cuatro años de la muerte de mi hijo.
¿Podrían mis lectoras, mamás, imaginarse esa locura de tiempo sin darle un beso a sus hijos?
¿Cuánto tiempo ha pasado sin que puedan acariciarlos?
¿Abrazarlos?
¿Es tan enorme mi petición?
¿A quién podrá decirle de mi hartazgo?
Nada tengo que hacer aquí.
Pensar en mi descendiente triste por la ausencia de afectos, aterroriza, al más fuerte.
¿Poseo fortaleza?
Al principio pensé que recibía la energía de mi hijo muerto, ahora no tengo certezas de casi nada.
Solo soy capaz de afirmar “Los hijos no deben morir”
Chiquito de mi corazón, sabés como nadie que no tengo por costumbre disfrazar las palabras.
Son duras,
Es cierto.
Esa es su denominación sin máscaras.
Quiero que nuestro mundo no tenga más bifurcaciones.
Todo se tendría que transformar en paralelas imbuidas de amor maternal.
Sabés que te amo, por ello una vez más te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=7wfYIMyS_dI