Friday, June 07, 2019
MIL PUERTOS, UN DESTINO
En pocos minutos zarpará el buque de los recuerdos.
Transitamos con cierta dificultad las calles internas del puerto.
Nadie se acuerda de ellas.
Es necesario disminuir la velocidad, pese a que se circula a escasos treinta kilómetros por hora.
Los pozos del pavimento son tan profundos que si tuvieran la posibilidad de responder, ante la desidia demostrada por quienes se tienen que ocupar la conservación y mantenimiento de la zona portuaria, esas pequeñas calles harían escuchar sus gemidos de dolor.
¿A qué se debe tanta dejadez?
¿No consideran a quienes debemos abordar un navío en búsqueda de aventuras o encontrarnos con la complejidad del pensamiento.
No.
Un puerto del quinto mundo que exporta las riquezas del suelo argentinos hacia todo el planeta.
¿No sienten vergüenza propia y ajena, cuando un presidente de países emergentes ve el deterioro producido por la dejadez?
¿En qué sitio han quedado las promesas de aparatosos discursos que no son creíbles ni siquiera para el ser que los trajo a la vida?
¿Han conocido alguna vez el estado de desamparo?
¿Todo se limita a palabrerío carente de esencia?
¿Hasta cuándo subestimarán a los ciudadanos?
¿Acaso piensan que de la vieja Atenas arribaron Mnémosine y Pérsefone a eliminarnos la memoria?
¿Piensas que estamos muertos?
El inframundo es el espacio que denomina Pérsefone o el nuestro?
Rechazo la política en cada una de sus manifestaciones.
Por ser libre nunca aceptaré la manipulación?
Lamentablemente existe.
Es la encargada de contaminar a los seres que hemos elegido el desarrollo de una vida empírica donde tienen, prevalencia los sueños.
Las utopías prontas a cristalizar si ello ocurriera o quedarnos con la amargura de aquello que no ha podido ser.
Es triste la realidad cuando te captura.
Es terrorífica la existencia de una mamá que día a dia piensa que en algún instante el hijo de sus entrañas volverá para decirle “Hola mamá, como estas”
Horror ante el cachetazo del día a día.
Los muertos no regresan de su lugar.
¿Mi cielo, están cómodos allí?
¿Existen las mismas miserias que aquí?
¿Cómo hacer para derrotar la barbarie?
¿Qué camino transitar para diferir que tu hijo está muerto?
Inmóvil como las piedras que se desprenden de los cerros ante una avalancha.
Mi vida es así.
Físicamente no debo viajar hacia ningún enclave en especial.
Mi derrotero es solo uno.
Quienes me conocen saben que realizo todos los esfuerzos para llegar a un lugar del que ahora dudo exista.
¿Por qué’
Nadie me ha traído pruebas contundentes que me hagan cambiar de postura.
¿Siempre mi vida será un enigma constante?
Desde tu ausencia podría afirmar, sí.
El viejo barco de proa oxidada está anclado en el puerto.
Silencioso, observa a los seres que se desplazan por allí.
Mudo testigo de una realidad que no debiera existir.
¿Si tuviera la posibilidad de deslizarme por los eslabones de las cadenas que sostienen el ancla en las profundidades del espejo de agua turbia ¿Hacia donde iría?
Sin dudarlo al sitio que estás vos.
Comienzo el descenso.
El viento agita las aguas que golpean la fragilidad de mi cuerpo herido por tu mete.
No tengo miedo.
Deseo llegar a los abismos profundos de ese mar tan somnoliento como sucio.
Tengo pocas probabilidades de visualizar el entorno.
¿Encontraré algún ser fantástico como las sirenas?
No.
Ellas están o eso dicen quienes creen en la existencia de seres mágicos, en sitios donde el agua es transparente.
No me importa.
Este desafío calculo permitirá llegue a tu lado.
La sensación es espantosa.
Me colocaron una escafandra conectada a un tubo de oxígeno para que pueda respirar en el descenso.
¿Podré lograrlo?
Diría que no.
Pareciera que la existencia de vida no está en ese sitio.
Es precario.
El vidrio que cure los ojos comienza a empañarse.
¿La razón?
No soy capaz de evitar las lágrimas generadas en la impiedad.
¿Cuál es el sentido de internarme en las profundices, del mar?
Solo uno.
Eje de mi vida vacía. Quiero llegar a vos.
¿Para continuar en el mundo de los terrenales?
Nada de eso.
Mi derrotero sos vos.
No encuentro nada,
Mi cuerpo convulsiona por efecto de los sollozos.
¡Otra vez la sensación de frustración!
¿Por qué?
Lloro de angustia al no poder encontrarte.
Entiendo que bajo el agua es difícil manifestarte el caudal de mi amor.
¿Por qué todo debe ser tan siniestro?
¿No alcanza la intensidad de mi amor hacia vos?
Nunca, jamás cesaré en mi búsqueda.
Sin vos nada puedo hacer.
¿Nadie ha notado que no deseo continuar en este mundo miserable?
¿No han tenido en cuenta que mi lugar no pertenece al mundo terreno?
¿Cuándo podré revertir esta situación?
Nada me importa más que darte un beso.
Son demasiados los que guardo en mi mochila.
¿Sabías que he llegado a deslizarme casi encorvada por el peso de aquellos.
¿No han comprendido que sos el único destinatario de cada uno de ellos?
¿Entenderán que mis caricias están cansadas de morir en la punta de mis dedos?
¿Es necesario que a cada paso que ejecuto pretendan indicarme estás muerto?
¿Son tan fatuos que no han entendido que no quiero comprender en su cabal dimensión los alcances de la muerte?
¿Por qué me han encarcelado?
¡Hablen!
¿Qué hice mal para merecer semejante castigo?
¿Ustedes conocen el dolor de tener un hijo muerto?
¿Cuál es su verdadera esencia?
¿No me han martirizado de manera poco común?
Nada podrá detenerme.
Podré sumergirme en las aguas oscuras del mar.
Encontraré la luz en el instante que pueda visualizar a mi hijo.
¿Importa lo demás?
No.
Tesoro de mi alma estoy atravesando los peores momentos de un duelo injustificable.
Solo vos sabe cuando podré mitigar el dolor.
¿Podrías imaginar por un instante nuestro reencuentro en el caso que ocurra ese evento?
Será luminoso.
No volveremos a distanciarnos.
La eternidad se esfumará.
No será necesario te pida como lo hago ahora que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ne5jcTmo2do
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