EL ALJIBE

He decidido seguir a la mujer del bosque solitario
La profunda tristeza reflejada en su mirada ha conmovido las fibras de mi ser.
En mi vida había visto a una mujer derramar tantas lágrimas.
Una mujer vencida por el dolor.
Soy madre y de solo pensar que podría perder a uno de ellos estaría igual que ella. Viviendo una vida sin sentido, sin razón de ser pues ha perdido a su primogénito a quien no tuve la dicha de conocer pues solo hace unos pocos meses que vivo muy cerca.
Ella cegada por un dolor que no se puede dimensionar no ha reparado en mi presencia.
Llegaron a mi pequeños fragmentos de su historia.
No puedo definirla físicamente, es tan grande el sufrimiento que la atraviesa que no habría adjetivos para ello.
Padece en soledad un dolor que imagino la acompaña a cualquier hora de sus días.
Solo una madre podría interpretar sus gestos lánguidos.
Suele estar acompañada algunas veces por otros humanos que pienso son parte de su familia.
Sin embargo su aura que he e visto tiene colores claros, tampoco matices coloridos que se corresponderían con las de un ser humano que en su camino vital ha tenido y tendrá momentos de paz y felicidad.
No piensen que me inspira piedad al contrario mi sentir es admiración al verla deambular por cualquier sendero dolorida pero a la vez erguida desparramando ternura y conmoción.
Ustedes saben que la conocí en un bosque solitario, un sitio cargado de belleza y magia.
No sé si pudo contemplar aquello que la rodeaba, estaba inmersa en la profundidad de sus pensamientos.
Cuando supe de ellos quedé en estado de conmoción, preguntándome como hace una mamá como yo para seguir su derrotero camina, a simple vista pareciera que lo hace sin rumbo.
He podido comprobar que su único derrotero es tener la posibilidad de encontrar a ese pequeño al que dio vida.
Aún no es tiempo de acercarme a ella, presumo es una persona muy dolida quiero ser su amiga y la comprendo.o.
Los jardines del fondo de su propiedad lindan con la mía.
En el medio de un cuidado jardín se erige in aljibe de ìedra.
Si bien la edificación es nueva el objeto que adorna el predio es una construcción que asemeja otros tiempos.
Me impactó cunado lo vi por primera vez.
Creo que allí recogería agua para saciar la sed de las plantas en la próxima primavera.
Se que a su hijo le gustaba acompañarla en esos quehaceres, cuidar las plantas y observar las mariposas de vida frágil por las que el muchachito tenia gudto semejante a su madre
Me levanté más temprano vi a la mujer del bosque solitario que al centro del aljibe arrojaba un líquido transparente como el alma, líquido contenido en un cuenco de cristal tan bello como el momento que disfruté.
Antes de arrojar esas aguas cristalinas dentro del aljibe ella musito las mismas palabras que dijera cuando emprendía el regreso, deseo repetirlas sin olvidarlas, entre sollozos que taladraban el alma le pedía a su hijo amado que nunca olvidara cuanto lo quería su mamá.

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