Mi cielo adorado hoy se cumple el primer aniversario de tu partida prematura trayendo consigo el dolor más grande que existe entre los que habitamos el mundi de los terrenales.
Sentimiento que no se puede dimensionar con palabras.
Sentir que vence a quienes se ufanan de poseer un carácter fuerte.
Creí que lo tenía hasta que tu muerte logró que el mundo se me cayera encima.
Lentamente los escombros del pasado reciente me ocultaron hasta convertirme en un ser invisible a la vista de los demás.
Soy un despojo que sque transita la vida sin rumbo conocido. Pese a la compañía de quienes te amaron de verdad soy una sombra que solo acuna cada uno de los recuerdos compartidos.
Cada vivencia la guardo en mi corazón enrejado.
Corazón sangrante pese al cariño que me prodigan quienes me rodean.
Humanos gigantes que saben respetar mis deseos de estar en absoluta soledad.
Muchas veces la princesita me dice “no llores tía.
Sus manos sobre mis hombros intentan infundirme ánimos.
Qué decir de sus papás, dos gigantes que acompañan en piadoso silencio.
Trato de no llorar ante él sé que la tristeza no le hace bien.
Hubiera querido ser quien comandara la cápsula de cristal que te llevó a los pies de la escalera que lleva al reino de los cielos para estar un rato más a tu lado.
Ese transporte celestial tiene un solo lugar para que el pasajero que tendrá la dicha de estar cerca de Dios, pues este es sabio y sabe que en algún momento llegarán la resignación y la aceptación para quienes hemos quedado en la tierra.
Sñe que a tu arribo te esperaban los ángeles para ayudarte a subir cada peldaño.
Ellos conocían tu debilidad terrenal y tenían la misión sagrada de cumplirla hasta ek final del ascenso.
Mi querido he soñado muchas veces con esa escalara.
Me hubiera gustado estar a tu lado para que no tuvieras miedo, ese terror atroz que se apoderó de tu ser los últimos dñias que estarías a mi lado.
No pudo ser ese sitio es para los elegidos, seres de amor y luz que irradian aún cuando se han ido.
Anoche rogaba soñarte, no pudo ser.
Sin embargo quiero que sepas que curiosamente me desperté en dos ocasiones.
Pasada la primer hora de la madrugada mi sueño se interrumpió fue a la misma hora que una de las médicas me llevó fuera de la habitación para unformarme que si te inyectaba yb sedante no despertarías más.
Preferí tu suelo eterno antes que siguieras padeciendo.
Pasadas las cuatro de la mañana estaba nuevamente despierta.
Parecía que un ser imaginario quería recordarme que a esa hora pronunciaste con voz clara, serena y no exenta de ternura infinita tus tres últimas palabras, en ellas me nombrabas.
Conmueve sentir que hasta en el último pensamiento estuve presente en la fragilidad de tu mente.
Después sobrevino un silencio aterrador, comprendí que tu vida en cualquier momento podía extinguirse.
Dios me regaló más de cinco horas para que pudiera seguir sosteniendo tus manos, acariciarte para evitar el esfuerzo de intentar levantar tus piernas pesadas por la rigidez que antecede a la muerte.
Guardé mi llanto hasta el final.
Quería que supieras que tu mamá estaba fuerte, sabía que en estado de inconciencia hubieras percibido mis lágrimas.
Quiero que sepas que esta mañana muy temprano recibí un mensaje de texto del ser que más admirabas, entre muchas cosas me decía “Recuerde que a su hijo no le gustaba que llorara”
Otro ser angelado que te obsequió el cariño más puro.
Tuve mucho temor a que fueras cubierto por el manto del olvido, no fue así, ayer también me envió mensajes tu hermano de la vida.
Goy es un día que no se puede dimensionar con palabras.
Recuerdo con algo de esa paz tñimida que quiere abrazarme cuando estábamos juntos y levñantamos barreras imaginarias para conversar como lo hace una madre con su hijo.
Tenías muchos proyectos para cumplir, una vida entera para convertirlos en realidad tangible.
Siempre te decía que cuando nacemos somos como un libro con pocas letras en su inicio, el resto de las páginas en blanco es el destino quien se encarga de completarlas hasta que llega el fin y se cierran las tapas del valioso ejemplar de la vida.
El tuyo fue un libro tan breve como intenso, un libro que debiera haner continuado t fuera yo quien ocupara tu lugar.
El destino fijó otro derrotero.
Daría lo que no tengo para volver a darte un beso, un abrazo de oso, observar tu eterna sonrisa aún en la adversidad.
Contagiarme de tu optimismo innato, sé que no es posible cumplir el deseo de esta madre que te amó como a nadie en el mundo.
Te pido perdón si en algo fallé, disculpas si en algún momento no pude demstrarte la inmensidad de mi amor hacia vos.
Te agradezco los años de felicidad que me regalaste.
El tiempo es inexorable.
Me gustaría adelantar sus agujas para no tener que esperar para volver a verte.
Mientras todo eso pasa siempre te pediré que aún cuando la eternidad nos separe nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=DjE-b7ei0xE
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