Friday, August 26, 2016
TU CIELO ES EL MÍO
Luz de ni vida no puedo evitar dedicarte mis letras, siempre fuiste el dueño de ellas aunque desde hace casi un año aquellas están encapsuladas en tu ausencia que trae nostalgia, dolor pesadumbre, agobio, angustia.
Hoy hace exactamente un año comenzabas a despedirte de la vida.
Un día aciago en el que tu valentía fue puesta a prueba de la forma más inhumana.
Aún siento tu vocecita rogándole a los médicos que hicieran todo lo posible por salvarte pues debías cuidar a tu mamá.
No pondré en duda su virtuosidad la que se esfumaba ante la falta de humanidad.
Estuvieron varias horas examinándote.
En silencio esperaba en una sala contigua.
Aún persiste en mi mente el alarido de dolor insoportable en un cuerpo dañado al que no dudaron en seguir hostigando sin importarles tu sufrimiento cuando ellos como vos y yo sabían que el horroroso final estaba más cerca.
Solo tengo agradecimiento hacia el profesional que notando que tu vida se extinguía hizo caso omiso al requerimiento del otro sanatorio que pedía una cama en terapia,
Sabio entendió que tus últimos días debías pasarlo en una habitación con el propósito que la muerte no te encontrara solo y aterrorizado ante la ausencia de tu mamá.
Esta mamá que muchas veces cuando me daban el part médico tuvo que recordarles que estaban hablando con la madre, de esa forma lograba que apareciera un pequelo rasgo de humanidad.
Recuerdo con amor infinito tu mirada cuando te dejaban tranquilo y veías que atravesaba la puerta.
Tu voz era inaudible, tenía que acercar mi rostro al tuyo para poder escucharte.
Momentos sublimes que aprovechábamos para abrazarnos, empalagarnos de besos, ambos sabíamos que serían los últimos aún cuando lo calláramos con el propósito de no profundizar las heridas del alma, heridas que dudo alguna vez cicatricen.
Quisiera recordar solo os momentos placenteros compartidos.
Agradezco a la vida que hayan sido tantos.
Nuestros viajes .
Ty asombro al ver esos pájaros negros que hacían sus nidos detrás de la cortina de agua de las Cataratas, después sabríamos que se llamaban vencejos, el guía nos contó a todos los turistas que elegían esos lugres inaccesibles a la mano del hombre para proteger a sus crías.
Eras incansable al llegar a la piscina del hotel te sumergías en sus aguas y no te cansabas de nadar.
Nuestras caminatas por la playa, tu visión quería abarcar la inmensidad del mar.
Eras demasiado adulto para ser tan chico.
Tu amor exacerbado a la naturaleza te hacía diferente.
Esos recuerdos placenteros son mi sostén cuando siento odio por despertar a un nuevo día sabiendo que no te tengo.
En esos momento recuerdo los nueve cielos que majestuosamente Dante en su obra más trascendente.
Imagino que como eras inquieto en este tiempo de ausencia los has recorrido todos.
Inevitablemente me pregunto en cual de esos cielos habita tu alma.
Percibo que has elegido aquel que te contacte con la naturaleza, un sitio celestial donde los capullos de rosas se abren mostrando al Reino de los Cieos su hermosura al abrir sus pétalos adornados con gotas de rocío celestial.
Me gustaría observar todo eso que podés apreciar.
Recorro los invernaderos buscando las más bellas para que perfumen tus lugares favoritos.
Me cuesta encontrarlas quizás esos capullos no abren con intensidad a la vida ante la presencia de una madre que aún porta el atuendo de la tristeza.
Estoy segura que si fuera de tu mano no dudarían en estallar pletóricas de colorido y fragancias.
Desde que no estás no escucho la armoniosa melodía de los pájaros quizas ellos también estén de duelo ante la imposibilidad de escuchar tu risa contagiosa.
No puedo hablarles como lo hacías vos.
Los veo por un instante y con la velocidad de un rayo que ilumina el Universo despliegan sus alas para tomar rumbos por mi desconocidos.
Qyuzás vuelen hacia tu nuevo hábitat para acompañarte con sus melodías.
Sé que el destino nos separó para que dejaras de padecer, eso me trae algo de consuelo.
Quiero que sepas que si sigo perteneciendo a este mundo es porque vos me sostenés.
Nada me gustaría más que Dios me concediera un instante para volver a verte. Abrazarte, decirte cuanto te quise y te seguiré queriendo.
Ningunos de los dos sabemos cuanto tiempo durará la espera, mientras aquella se aproxima con paso lento te vuelvo a pedir que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=aXYtJB7Qslk
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