Mi cielo adorado ésta aprendiz de escritora ha decidido dedicarte todas sus letras, por la sencilla razón que siempre fuiste y serás quien le otorgue razón a mi existir.
Antes de proyectar que vendrías a la vida apareció un sueño, con el tiempo se convertiría en la más bella realidad.
En los sitios fríos ciertas especies florales como las rosas se conservan en invernaderos para protegerlas de las inclemencias del tiempo.
No pensaba encontrarme en aquel lugar con pequeñas crisálidas que en poco tiempo se convertirían en aladas mariposas para alegrar la vista del mundo terrenal.
Sin saber que serían admiradas por vos aún cuando su vida fuera efímera quise comprar una para tenerla conmigo eternamente.
El dueño del lugar me informó que no estaban en venta que su presencia allí obedecía a su pasión por las mariposas y las coleccionaba para luego ya sin vida conservarlas en diferentes vitrinas con el objeto que esa especie de tan corta vida fuera admirada por los visitantes del sitio.
En un segundo entendí que ciertos objetos no se pueden comprar ni con una montaña de dinero, lo material deja de existir ante la magnificencia de la naturaleza.
Mostrando la desilusión en la mirada me retiré de lugar.
Ese hombre cuyo nombre jamás conocí me siguió hasta la perta de entrada.
En sus manos portaba una caja de fino cristal, en su interior contenía una mariposa inerte, la más bella que hubiera imaginado ver jamás.
Me explicó que el motivo de ese obsequio obedecía a su intuición.
Percibía que al regalármela estaría en las mejores manos, según sus propios dichos mi mirada transmitía paz , ternura y una gran dosis de amor.
No pasaría mucho tiempo para que recibiera la mejor noticia que una mujer puede recibir, en pocos meses nacería el niño más hermoso del mundo terrenal.
Estoy segura que pensarás que para una madre todos los hijos con los cuales es bendecida son los más hermosos del mundo, puede que sea así, pero ese ser desconocido tuvo la presunción que yo sería quien tuviera la felicidad suprema de traerte a la vida.
Una vida plena de alegrías por tus virtudes que se agigantarían con el correr de unos pocos años para que fueras un ser humano único e irrepetible, un nño que brillaba no solo por sus virtudes sino por sus conocimientos prematuros que lo destacaban de otros de su misma edad.
Puedo asegurarte que todos los que te conocieron entre quienes mi incluyo supimos ver más allá del envase que resguardaba cual crisálida la profundidad de tus pensamientos, tu manera de reaccionar ante episodios de la vida.
Es así que un gélido día de agosto Dios le comunicó a sus ángeles que necesitaba uno más àra completar el coro que había conformado.
Pese al gran dolor que me causó tu partida no pude oponerme a los designios de ese Ser Superior.
Ser que conoce de mi no reconocimiento a tu vida fugaz.
La impotencia que produjo tu pérdida calló cualquier reclamo que no tuviera sentido terrenal.
Él te eligió por tus virtudes innatas no pude oponerme al doloroso final.
Pronto se cumplirá un año de tu ausencia física, te confieso que el paso del tiempo solo sirve para agrandar la dimensión de una pérdida de la que jamás me voy a reponer.
Quizás el egoísmo propio de los terrenales no sirva para entender que no se puede luchar cuando el derrotero de la vida tiene principio y final.
Hubiera querido tenerte para siempre a mi lado, que fueras vos quien despidieras a tu mamá.
El destino es un caleidoscopio nunca sabremos más allá de los sucesos de hoy.
Para mi el futuro no tiene razón de ser.
Con amor y siempre al borde del llanto que no puedo evitar quisiera a sabiendas que no puedo detenerme en el ayer.
Pasado reciente donde el único verbo que existía era el compartir.
La soledad duele, el dolor aumenta cuando el recuero arremolinado en la mente sacude cual tempestad.
Sé que con la ayuda de Dios pudiste ascender la escalera que lleva a la inmensidad de los cielos.
Tengo la certezas que en tu nuevo hábitat no hay cabida para el dolor o la mezquindad casi tan natural entre los que habitamos este plano.
Te prometo que jamás te sentirás tan solo como yo, en el espacio celestial seguramente te acompañan los sonidos de las liras con los cuales te deleitan los ángeles, ángeles de los que has tomad su esencia desde el momento en que tu corazón dejó de latir para la ciencia sin darse cuenta que a partir del momento más amargo de mi vida, el tuyo y el mío latirían juntos sin importar el transcurso del tiempo.
El tiempo para esta madre se detuvo en en preciso instante en que tu alma comenzó a elevarse.
No tengas miedo siempre estaré a tu lado aún cuando no me CEAS, solo hace falta que ambos tengamos el mismo sentir y yo te siento hijo adorado más cerca que nunca.
Estás presente en cada instante de esto que llaman vida, tu presencia es el fundamento de mi existir.
Jamás me cansaré de decirte cuanto te quise.
Jamás entenderé qué me falto hacer para que estuvieras siempre físicamente a mi lado.
Jamás ocultaré la intensidad de mi cariño a un ser humano lleno de luz que era mi hijo adorado.
Por ello tampoco jamás olvidaré repetir que siempre recuerdes cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=oMoqBt6-O4U
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