ARRECIFES DE CORAL

Me gustaría que hubieras conocido la Isla Punta del Diablo a pocas millas de la Ciudad de Punta del Este en Uruguay.
Un lugar paradisiáco .
Refugio ideal para quienes quieren descansar alejados del bullicio que promueve la costa esteña.
Se conserva natural, con playas amplias.
La arena clara contrasta con el azul profundo del mar que baña sus costas y suele jugar rompiendo con fuerza y con la ayuda del viento sobre las rocas que existen en el sitio.
Afortunadamente la mano del hombre no ha llegado con su mano a construir edificios que si bien favorecerían a los inversionistas dañarían el medio ambiente.
Las propiedades son todas parecidas, casas bajas con techos a dos aguas de tejas rojas o negras que contrastan con la blancura impecable de sus paredes.
Son pocas las propiedades que cuentan con servicio de energía, te aseguro que no se extraña la tecnología actual.
Es una isla donde mayoritariamente viven pescadores quienes antes de que aparezcan las luces del alba salen al mar en sus coloridas embarcaciones a buscar los frutos del mar.
En casi todo los pueblos de similares particularidades existe un sabio que sentado bajo una sombrilla mira con añoranza aquello que la edad no le permite hacer.
Nunca están solos sierre hau algún turista curioso como yo que quiere saber como era la isla en su juventud.
Deseoso de compartir la soledad tiene muchas anécdotas para contar.
Me alejo del grupo para charlas con él y darle descanso a mi piel de los destellos dorados del sol.
Viste camisa y pantalón blanco, pese a estar debajo de una sombrilla cubre su cabeza con un sombrero de los que conocemos como Panamá.
Los pies descalzos le dan un aspecto especial.
Me siento a su lado sobre la arena.
Caballero como pocos me ofrece su silla playera sentándose frente a mí de espaldas al mar.
Pide para ambos un jugo exquisito, pese a mi insistencia se disculpa por no poder brindarme la receta del mismo, solo me cuenta que lo preparaba su mamá cuando el era un niño de corta edad.
Con los ojos nublados expresa que es el último recuerdo que tiene de ella a quien no llegó a conocer pues se fue del mundo terrenal cuando era muy pequeño.
No quiero que recuerde tristezas.
Brevemente le cuento mi historia.
Con sus manos en las que el tiempo ha dejado su huella, me dice “tu hijo necesitaba estar cerca de Dios para dejar de padecer”
Con su pañuelo inmaculado seco las lágrimas que aparecen ni bien me refiero a vos..Cuenta que se crió con distintos familiares no obstante el recuerdo de quien le dí vida permanecerá junto a el hasta que Dios decida que debe partir en su búsqueda.
Para cambiar el estado de ánimo me pregunta si me gusta bucear, respondo qie no puedo afirmar ni negarlo ya que nunca lo hice por mi temor a las profundidades del mar, aprovecho para contarle que vos lo hacías en Brasil.
Si sonrisa envuelve al interlocutor.
Relata que cuando era más joven lo hacía con tubos de oxigeno incluidos, que no hay que viajar al Caribe para encontrar los bellos arrecifes de coral.
Dice que todos los que se sumergen tienden a llevarse un recuero de las profundidades del mar.
Esos seres piensan solo en el trofeo que alimente su propia vanidad.
Los corales tienen propiedades que se usan en el terreno medicinal para morigerar los efectos de enfermedades letales para la que los científicos recién esán encontrando paliativos.
Los arrecifes de coral dan trabajo a miles de personas alrededor del orbe, algo que los turistas parecen desconocer u quiebran los ejemplares para llevarse un recuerdo.
Continua hablando de los beneficios de aquellos, su sueño es que la humanidad despierte y no siga destruyendo la naturaleza pies mientras seamos mortales, la tierra es la única casa que tenemos.
Le pregunto su nombre pues durante toda la conversación no lo había realizado, cuando lo dijo el impacto me quebró por segunda vez.
Ese anciano se llama como vos.
No creo en las casualidades sino en las causalidades,
Lo busque durante los días posteriores sin encontrarlo, pregunté por él, nadie lo recordaba, nunca lo habían visto en el lugar.
Me miraban como si fuera un extraterrestre.
Opté por no preguntar a nadie más.
Con el alma tranquila hoy pienso que tal vez recibí el regalo que más he pedido, mi anhelo de estar con vos.
Creo en la transmutación de las almas,
Quizás eras vos que llegaste a mi lado para obsequiarme un poco de paz.
Ëste episodio será un secreto entre los dos.
Si fue así como lo pienso después de recordar su mirada, solo tengo para decir gracias por esas horas inolvidables en un lugar tan especial.
Re quiero mi alma por ello te vuelvo a pedir que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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