Saturday, December 03, 2016
LA FUERZA DEL AMOR FILIAL
Más allá de las creencias, religión o fe que se profese pienso que como católica no practicante pues no creo en las instituciones y menos en los seres que la representan solo puedo afirmar que creo en un Ser Superior creó al hombre parecido a los que conocemos en la actualidad, para que no estuviera solo dio vida a una mujer considerando que era la única manera de perpetuar la especie.
No pretendo transforme en algo que no soy tampoco convertirme en filósofa.
Soy una mujer simple a quien le gusta escribir.
Sin desviarme del tema atribo a mis propias conclusiones, pueden ser erradas o no como debe ser cuando existe el pensamiento divergente.
No creo ser dueña de verdades absolutas, ningún terrenal es poseedor de ellas.
Jugando con las letras que mi segunda pasión puesto que la primera sos vos hijo adorado, quiero referirme en esta ocasión al amor en todas sus diversidades.
En ocasiones solemos recordar el primer amor ese que nos regaló la primera flor, quien nos dijo que nos amaba en plena adolescencia.
Ese sentimiento va cambiado con el paso del tiempo y aquello que conmovió nuestras fibras más íntimas pasa al rincón de los recuerdos hasta que encontramos a quien creemos nos acompañará mientras dure nuestra existencia, nada es eterno, en los sentimientos tampoco.
Se dá el amor adulto donde si bien no predomina la pasión propia de la juventud nace otro sentimiento que nos reconforta el alma, el compañerismo que tiene tantos encantos como el amor que enciende el corazón.
Solo existe un amor que el tiempo no modifica y es el que tenemos por nuestros hijos, sentimiento inconmensurable que no se puede cuantificar.
Tuve la dicha de traerte a la vida, un ser especial dotado de luz.
En todos los años que compartimos juntos ni remotamente pensé que un día partirías en forma prematura dejándome en las puertas de la soledad, el agobio y la angustia.
Sentires que de un golpe certero te dejan en la puerta de un abismo difícil de superar.
Quienes me quieren de verdad se preocupan por mí igual que si fueras vos en instancias similares.
Recibo con cariño los pedidos para que realice un viaje, no podría volver a visitar los lugares que compartí con vos.
La muerte es despiadada si bien considero que cumple misiones que le fueron encomendadas con antelación.
Tal vez, solo tal vez te llevó al ser que más amé en la vida sin pensar en las consecuencias posteriores.
Parecería cruel pero en muchas ocasiones pienso que te hizo un favor liberándote de todo padecimiento.
No soy egoísta, lleva mucho tiempo elaborar un duelo más cuando el mismo refiere a la partida de un hijo, debe ser que por ello no tiene nombre para calificar ese estado trágico donde reina el horror.
Muchas veces me pregunto que faltó, qué no hice para retenerte a mi lado, esa respuesta no la tengo por más que te lleve enrejado en mi alma.
Siempre son los hijos los que despiden a sus mayores, la vida quiso que en nuestro caso fuera al revés.
Eligió algo muy aterrador llevarte antes a los brazos de Dios,
Me cuesta asumir que no estarás físicamente nunca más a mi lado.
Me conforta percibir que estás dentro de mi ser como cuando te estaba gestando.
No quiero que estés triste gracias a la ayuda de profesionales destacados por ser humanos lentamente voy saliendo de la precariedad que deja la ausencia de un ser de luz a quien traje a la vida para que viviera muchos años y pudiera ver envejecer a su mamá.
Comparo la vida con un libro, tiene escrito solo el principio del comienzo terrenal,.
Sus páginas en blanco las va ocupando el destino hasta llegar al final.
Pese a mis pequeños avances del que sos el artífice principal de mis pequeños avances.
Sé que tu apariencia alada me protege y con mucho esfuerzo trata de sacarme de este trance que no alcanzo a comprender.
Mi vida los hijos no deben morir es una frase que repito a diario.
Es duro entender que tu cuerpo es un puñado de cenizas que jamás intenté vulnerar esa urna pese a que te tuve treinta y nueve días en casa.
Extraño tu risa, en especial tu mirada de chocolate donde las palabras estaban demás cuando queríamos comunicarnos.
Añoro tus abrazos de oso.
Todo eso lo guardo en una mochila que te entregaré el día que nos volvamos a ver.
Pese a que por naturaleza soy impaciente me dejaste una enseñanza entre muchas otras, no hay que precipitar el tiempo y menos intentan el destino que traemos desde que nacemos.
Pude llegar a comprender con ayuda que debo esperar sin saber que espero.
Como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá,
https://www.youtube.com/watch?v=rDHLNBv71z0
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