Una de las actividades más placenteras es caminar por la playa,
No tiene importancia de cual se trate, todas tienen su encanto particular que las hace diferentes a las otrras.
Tampoco es relevante la estación del año ni cualquier otro factor climático.
Para el estío prefiero las playas solitarias, fuera de la temporada alta donde la falta de bullicio logra que el caminante pueda mimetizarse con el paisaje.
Playas agrestes y solitarias son mis preferidas.
La mano de los terrenales no ha llegado a ellas para contaminarlas con edificios que modifican nel medio ambiente, la flora y fauna de esos lugares que por suerte aún se encuentran en el estado original.
Busco las horas del atardecer para cumplir mi derrotero.
Camino descalza cuidando de no lastimarme en los tramos donde se encuentran pequeños islotes de ripo.
WEl color del cielo crepuscular es el más bello que nos regala la naturaleza.
El puntor más excelso no ha logrado perpetuarlos en la tela tal como s ven.
Observo las gaviotas que en perfecta escuadra regresan a sus nidos, lñas más osadas acmpañan el camino de los navegantes o tratan de ser fieles compañeras de una mujer solitaria que apenas puede aceptar que ha perdido al hijo que trajo a la vida para que la viera envejer.
El destino a veces triinca los proyectos de los terrenales impidiéndoles que todo surja de manera natural y sean los más jóvenes sean quienes despidan a sus ayores.
Quizás no haya sido dotado de esa potestad que solo le pertenece a Dios.
Era yo quien debía partir.
En una pirueta siniestra esa mujer misteriosa que no deseo nombrar te eligió a vos.
Un humano que irradiaba luz, poseedor de virtudes que en la actualidad es difícil encontrar.
No eras perfecto, nadie lo es, sin embargo tu personalidad se adaptaba a todas las circunstancias, solidario como poco.
Un ángel que desdramatizada cualquier situación por difícil que fuera.
La palabra justo es la que mejor te defmine en el sentido amplio de la etimología de aquella.
Ayer tuve la oportunidad de conversar breves instantes con una turista.
También se encontraba sola como yo pero por circunstancias diferentes a las que aún le podía encontrar solución.
Me contó que en época estival se trasladaba a cualquier playa para vender sus artesanías.
No podía entenden cuanta creatividad había en cada una de ellas.
Le pregunté por qué llevaba una canasta con rosas blancas, con una sonrisa me respondió que a cada objeto que le adquirían lo acompañaba con una flor como señal de agradecimiento a quienes la ayudaban a sobrevivir.
Tenía objetos para conformar cualquier gusto.
En ese momento no se me ocurrió comprar ninguno le prometí que lo haría en otra oportunidad ya que mi estadía se prolongaría por algunos días.
Con su sonrisa pícara me dijo “ no sé que entristece tu mirada, tampoco quiero que me lo cuentes, no importa que hoy no adquieras ninguna artesanía, algo me dice que tengo que regalarte esta flor”.
Intenté retribuirle de algún modo.
Con sabiduría me dijo que no era el momento.
Mi cielo adorado las primeras estrellas comenzaron a titilar en el firmamento, pronto aparecerá la luna en cuarto creciente para decir aquí estoy como todas las noches para acompañar a quienes las circunstancias de la vida han dejado solo y también para aquellos que bajo mis destellos de plata pueden comparrtir con plenitud cada día de sus vidas.
Vida de mi vida sostengo en mis manos la rosa blanca que me regalaran, quiero dejarla sobre la arena para que ti ángel guardián te la lleve a la eternidad.
Mi sueño es poder dartela en tus manos una utopía que por ahora no será posble cumplir.
Necesito darte uno de los tantos besos que tengo guardados para vos.
Por ahora no es posible concretar ese sueño divino por eso te pido que nunca olvides cuanto te quiete tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=8b-s-BBtDJg
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