Uno de mis sueños utópicos es tener un barco de dimensiones suficientes que me permitiera timonearlo por todos los mares del mundo.
Quiero creer que allá donde la vista se pierde en el horizonte alguno de ellos se une de manera mágica con el cielo.
Ambos poseen los mismos matices y si de sueños se trata no importa cuan exóticos sean para cumplirlos.
Por ahora la imaginación me permite viajar hacia lugares desconocidos dotados de misterio y belleza.
El timonel serías vos rn mi caso sería tu compañera de aventuras místicas.
Anclaríamos en cada puerto para conocer los lugares que son referencia de cada sitio a visitar.
No dejaríamos de pasar por museos y catedrales.
Los primeros guardan tesoros artísticos de tiempos inmemoriales.
Pinturas de famosos exponentes del arte del pincel.
De cada espacio me llevaría una foto cpn el propósito de recordarlos cuando arribáramos a una casa especial y distante como las que pienso se encuentran en la eternidad.
Tanto en Iglesias como Catedrales sería la encargada de pedir por el alma de los dos a sabiendas que solo en el último tramo de tu vida varias veces invocaste a Dios,
Como cualquier turista caminaríamos por calles de piedras pertenecientes a los pueblos más antiguos.
Asombrados por tanta belleza abordaríamos el navío para recorrer otros mares.
No es verdad que sean todos iguales, cada uno tiene sus particularidades que los hacen diferentes de los otros.
Aún cuando no me gusta la profundidad a tu lado estaría tranquila.
Como siempre con solo mirarte comprendería que está todo bien y que tal vez en algún momento tu alma se corporice para que quienes te quisieron te puedan volver a ver.
Los sueños suelen estar alejados de la realidad.
Te prometo no derramar una sola lágrima durante ese viaje de fantasía.
Fantasía que posibilitaría otro de mis sueños incumplidos, abrazarte como lo hace cualquier mamá con su hijo.
Entregarte las caricias que aletean como gaviotas entre mis manos.
Sentir tu perfume de siempre, el roce de tu piel con la mía.
Obsequiarte todos los besos que permanecen guardados esperando el momento de dártelos.
Nada dura para siempre.
En algún momento los sueños se desvanecen.
El haz de luz que siempre tuviste en la mirada será mi quía para regresar.
Con angustia al descender cada peldaño miraré el las flores del bosque.
Tal vez los arbustos agiten el verdor de sus hojas para darme un poco de aire renovando mis fuerzas para enfrentarme con la crueldad de la realidad.
Realidad trágica pues se llevó al ser que más quise en esto que se parece una vida.
Quiero contarte que la imagen que ilustra este relato no es de mi pertenencia es de alguien que a pesar del tiempo transcurrido te recuerda con un cariño difícil de dimensionar.
Vos sabés a quien me refiero, en cada charla telefónica me cuenta anécdotas que vivieron juntos.
Te extraño más que siempre, siempre estarás en mi alma por ello como es mi costumbre renuevo mi petición. Nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=lW_vT5h-WK4&t=6751s
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