EL ROSTRO DE LA SOLEDAD

Puede mimetizarse con cualquier género-
Poco importa si es hombre o mujer cuando ella está buscando una presa.
Presa que sufrirá sus embates. Hasta diezmar los sentimientos del otros e irse de la misma manera que vino.
Silenciosa y despiadada, todos la conocemos como soledad.
Tiene mil caras, casi todas son atractivas, pese a que no necesita demasiado tiempo para arreglar el maquillaje de algunos de los tantos rostros que porta.
No conoce la palabra piedad, cuando se apodera de alguien muy vulnerable es capaz de llevarlo a perder la cordura en pos de su propia satisfacción.
Sus víctimas pueden tener cualquier edad.
Su objetivo principal es hacerlos sentir como as peores personas que transitan el mundo terrenal.
¿P or qué afirmo que la soledad tiene muchos rostros?
La respuesta es sencilla.
En ciertas ocasiones necesitamos estar solos para resolver un problema, diluidar, un enigma o simplemente para reflexionar sobre ciertas posturas ante la vida.
Esas son soledades buscadas.
No hacen daño y son necesarias.
Es distinto cuando la soledad con su risa sarcástica busca a sus víctimas entre los terrenales más vulnerables.
Allí muestra lo peor de su esencia.
No solo es mordaz sino que es viste con atuendos de maldad infinita.
La he sentido en carne propia cuando el destino señaló que era tu hoja de partir.
Demasiado temprano para un ser vital, lleno de luz que en quince días su vida se fue apagando hasta llegar al final.
Mil veces le pedí a Dios que me llevara con vos.
Es poco lo que tengo para hacer aquí.
Tampoco creo en quienes dicen que si me dejaron en este mundo es porque debo cumplir una misión.
Nada tengo que hacer en este mundo si me falta el aire que respiraba con vos.
La vida sin un hijo carece de sentido-
¿Ustedes alguna vez imaginaron tener un hijo muerto?
Seguramente no, es antinatural.
Estamos preparados para que ellos despidan a sus mayores.
Me tocó despedirme de vos arrodillada en una camilla próxima a subir a una ambulancia que nadie quiso levantar para que pudiera darte el abrazo postrer.
Allí comenzó mi lucha diaria con ese ser imperfecto que es la soledad.
Sé que le gusta verme abatida en un cambo de desolación y dolor, vencida por tu ausencia.
No lo logrará.
Es una mujer siniestra, se alimenta del agobio ajeno.
Estoy mueriendo por dentro, ella nunca tendrá la satisfacción de verme derrotada,
Cuento con tu ayuda adorada para que la soledad se de cuenta que no estoy absolutamente sola.
Ella debe saber que estás en mi alma y ese lazo de amor jamás lo podrá desatar.
Quiero que como antes nos vea invencibles, unidos por un amor incondicional.
He decidido que no seré una rival fácil de vencer.
Conoces mis estrategias mejor que nadie.
T en esto que pretende ser una ridícula batalla de poder., estoy dispuesta a enseñarle a la soledad y sus mil rostros que cuando existe el amor inconmensurable de una madre a su hijo, ella no tiene cabida entre los dos.
Te amo profundamente.
Sé que para darte un solo beso debo esperar, cata a saber cuanto tiempo.
Hijo de mi vida, te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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