OISTAKES ACUÁRICAS

Comienzo de otra semana monótona donde me hace falta sentirte aún más cerca.
No alcanza llevarte tallado en el alma desde el día que partiste a los brazos de Dios.
Un plano diferente que la mayoría de los mortales no conocemos pero podemos imaginar como un sitio plácido donde no tiene n cabida las acciones mezquinas.
Hoy quiero que recordeos juntos un viaje a la selva misionera.
Estabas tan entusiasmado que te imaginabas poder cazar alguna pieza exótica.
Demoraste en comprender que la flora y fauna del lugar está protegida.
Ni bien ingresamos a los Saltos del Moconá me preguntaste si se parecían a las Cataratas del Iguazú la belleza te había impactado.
Te expliqué que veríamos otro tipo de saltos de agua, muchos más bajos que aquellos.
Te entusiasmó conocer que en algunas partes de los saltos los turistas podían bañarse sin peligro por ser poca la profundidad de las aguas.
Pocas veces te había visto tan feliz disfrutando de la naturaleza.
El sitio te permitía mostrar tus características de experto nadador.
Hoy de esos saltos maravillosos no queda casi nada para ver.
La provincia ha sufrido graves inundaciones, el caudal de todos los cauces de agua aumentó significativamente, por lo tanto si bien los Saltos del Moconá, están no se pueden ver pues fueron tapados por el agua.
Idealista como pocos te preocupaban los cambios que se producen con la intervención del hombre.
Algo que no se entiende cuando los líderes del mundo prometen proteger la tierra para que no se produzcan cambios climáticos que traen desastres.
Siempre ocurre lo mismo, el discurso poco tiene que ver con la intención.
Hijo de mi vida, son pocas las ocasiones en que me gustaría pasar por alguno de los lugares que recorrimos juntos.
No todos pues fueron muchos.
Me gustaría evocarte en postales acuáticas.
Nadabas como un delfín.
Jamás perdías tu sonrisa angelical.
Tu mirada derramaba placer.
Son muchos los viajes compartidos, demasiadas las vivencias que dibujan en mi boca la triste mueca de una sonrisa.
No quisiera llorar al recordarte, es algo que no puedo contener.
Me falta mi brazo derecho, mi guía, mi cómplice.
Sabrás que cada día, despertar sabiendo que no estás físicamente es una tortura que no le deseo a nadie.
Quisiera contarte cosas lindas, por más que busco no encuentro y la razón
es sencilla, tu ausencia es demasiado notoria.
Infiero que estoy a más de la mitad de camino que me llevará a vos.
Daría lo que no tengo para acelerar los tiempos y que todo ocurriera en este instante.
Sé que debo esperar, lamentablemente no sé cuanto tiempo más.
Mientras lo hago, te recuerdo como siempre que nunca olvidescuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=LrONaE02CAU