Saturday, September 02, 2017
TODAS LAS ESCALERAS LLEVAN AL CIELO
Extrañaba la visita de Laura, pese a que nos comunicamos a diario.
Todas nuestras conversaciones giran en torno tuyo.
La admiro por varias razones, la principal es que no se trata de una mujer invasiva
Como nadie sabe respetar mis silencios.
Cuando nota mi vista nublada me regala sus tibios abrazos sin preguntar absolutamente nada.
Siempre tiene a mano los pañuelitos de papel para secar mis lágrimas.
Hoy ha venido temprano, desea mi opinión sobre la última reforma que realizó en la propiedad de sus padres.
Casa que habita desde que la incompatibilidad de pensamientos con la persona que amaba logró con sabiduría siguiera transitando sola los caminos de la vida.
Comprende que esa soledad autoritaria que como un viento fuente arrasa con todo es totalmente diferente a la mía.
Sin que emita palabra me dice “Solo te robaré un tiempo corto, sé que eres estricta a la hora de conectarte con tu hijo querido y no seré yo quien interrumpa esa conexión mágica que establecés con esa personita que se convirtió en el dueño de tu vida y es el dulce alimento de tus musas”
Promete no robarme demasiado tiempo pues sabe que a determinada hora se produce nuestro encuentro por ahora literario.
Ha remodelado la escalera que lleva a la planta alta de su casa.
Ella diseñó que fuera una escalera antigua y las especies florales que debían enmarcarla.
La temperatura inusual de este invierno que no fue tal, ayudo a que aquellas pronto se cubrieran de follaje, donde predomina el verde incipiente, los ocres de otoño y profusión de lilas y magentas.
En esta ocasión no conté los escalones como es mi costumbre.
Son bajos, construidos con materiales rudimentarios que agregan belleza y misterio a espacio que envidiaría cualquier paisajista.
Expresa que eligió peldaños bajos para que parezca que la escalera no termina nunca.
Con la mueca de una sonrisa alabo su trabajo, expresando que esa escalera se parece a otras que llevan a tu cielo.
Sonriente responde que esa fue la idea primitiva que hoy muestra en todo su esplendor.
Comenta casi alegremente, para no perturbar mi tristeza que la diseñó pensando en nosotros dos.
Sueña que en esa terraza se produzca el reencuentro que tanto anhelo.
Ser testigo privilegiada de ese momento inolvidable.
Sabe de la necesidad imperiosa que tengo de estar muy cerca tuyo y pueda por fin descargar de m mochila, los besos que tengo guardados para vos.
Son tantos que muchas veces mueren en mis labios.
No me alcanza recorrer a diario el contorno de tu imagen en cada foto que guardo.
Sabe que el camino es largo, tan tedioso como tortuoso.
Laura quiere ser partícipe de esa emoción que producirá el reencuentro.
Piensa por los tres.
Quiere desde el fondo de su alma que vuelva a ser la compañera de escuela que conoció hace tiempo.
Su actitud es loable, imbuida del cariño más sincero.
Le he contado tanto de vos que también tiene deseos de verte tan solo un instante.
Ese es nuestro derrotero.
Quiera el destino que alguna vez los sueños se conviertan en realidad tangible.
Mira su reloj pulsera.
No quiere ser quien demore esta conexión que posibilita a diario me comunique con el ser al que di vida.
Mientras regresamos, ruega que no adelante los tiempos establecidos por ese Ser Superior que te recibió en sus brazos, sin preguntar nada pues todo lo sabía.
Decidiendo intervenir para que el padecimiento se convirtiera en quietud para que transitaras tu camino al cielo.
Nos despedimos con la promesa de vernos prontos para realizar un paseo por los lugares que recorrimos juntos.
Entiende como ninguna mi negativa a realizar viajes por los mismos sitios que recorrimos asidos de la mano.
Simplemente me dice que respetará mis tiempos sin importar el tiempo que demanden.
Esperará hasta que decida salir del aislamiento.
Como pocos terrenales sabe que es necesario que transite un duelo que tuvo principio pero el final es impredecible.
Infiere que con las pausas necesarias, de a poco debo enfrentar los caminos recorridos juntos.
Conoce que no tiene sentido alguno decirme que la vida sigue.
Es posible que siga para quienes han sufrido otro tipo de perdidas.
Cuando una mamá pierde prematuramente al hijo de sus entrañas el dolor es diferente.
Es increíble categorizar el dolor.
Pero así como de manera invisible estás para sostenerme, Laura desea acompañarme para que no caiga en abismos ancestrales.
En la vida de los terrenales todo tiene un tiempo de maduración.
Puede que lleve más o menos tiempo.
Ella sabe que en este sendero sinuoso estoy acompañada por mi familia choquita.
Con la voz quebrada por la emoción me pide que no la deje afuera.
El dolor y la angustia que no se puede dimensionar, duele menos si salimos de la abstracción que nos paraliza y enturbia el pensamiento.
Ruega que no diga más que vivo en contra de mi voluntad.
El tiempo a veces es siniestro.
En otras ocasiones suele ser complaciente.
Mi vida, mi mente se debate en esos dos escenarios.
Sé que con tu ayuda y la de las personas que me quieren llegaré al justo equilibrio que brinda el raciocinio.
El camino a transitar es largo, no está exento de obstáculos que intoxican los sentimientos.
Mi amor hacia vos, eternamente será incondicional.
Espero superar las piedras que aparecen en el camino.
Tengo la intención de cumplir con un sueño tuyo.
Evitar las lágrimas que tanto daño te hacían.
Te pido que me tengas paciencia y perdones cuando alguna se escapa sin consentimiento.
Inevitablemente nacen en un alma derrotada por la ausencia.
Acumularé esfuerzos para sentirte feliz en tu nuevo hábitat.
Intentaré no pelearme con el tiempo que es mi enemigo temporal.
Intuyo que pronto será concedida mi gracia de poder darte un beso, uno solo.
Vendrán después los otros que guardo para vos.
Acompáñame en esta espera siniestra.
Como siempre y desde hace poco más de dos años te pido como si fuera una vieja letanía que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=KzwnY8ejk2w
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