Pasar la tarde con Laura es algo que enriquece el espíritu.
Cuenta las últimas vivencias de su viaje.
Relata describiendo cada paisaje como si estuviéramos en el lugar.
En esta ocasión visitó a la isla de Japón.
Por aquellas latitudes la primavera estallo en todo su esplendor.
Los cerezos blancos y rosados muestran la delicada belleza de sus flores a los turistas.
Cuenta que caminó hasta el cansancio.
Trajo varias artesanías de un gusto exquisito.
También en una de las excursiones rindieron homenaje a las víctimas de la filtración nuclear ocurrida luego de un terremoto en Fukushima.
Un pueblo ubicado en el añillo de fuego del Pacífico que suele temblar en forma frecuente.
Los ciudadanos tienen la fortaleza suficiente para comenzar nuevamente después de cada tragedia.
Laura está exultante.
De figura pequeña. Trajo consigo una especie de sobre de material rígido que la supera en tamaño.
El contenido, unas láminas para enmarcar.
Las va colocando sobre la mesa y quiere que adivine, cuál de ellas es para mí.
Elijo la que más me gusta sin saber si de ella se trata.
Es medio rostro de una mujer que tiene los ojos cerrados.
Como mi amiga es mi creativa, reemplazó las fosas nasales por una mariposa.
Alrededor de la línea del medio rostro flores.
Veo que aplaude y ríe, exclama “es ésa”.
Pregunta el motivo de mi elección, la respuesta es sencilla, me pareció original, bella.
Sonriendo, explica por qué pensó en mí al crearla.
Me conoce demasiado y sabe que me encantaría tener la posibilidad que el faltante de esa cara de mujer estuviera con vos, mirándote sonreír en el plano que estás.
Conoce que mi mayor anhelo es que se produzca el reencuentro que nos permitirá abrazarnos como en un pasado reciente.
Llevar una vida de hijo con su mamá en otra dimensión.
Laura es respetuosa de mis silencios.
Entiende que en esos instantes estoy conectada con vos.
Tengo la certeza que de haber estado aquí a mi lado, hubieras elegido la misma lámina.
Nuestros gustos eran muy similares, excepto en la música.
Muchas veces no te escuchaba entrar y estaba oyendo algún CD qie te hacía exclamar ¿Otra vez música de iglesia ma?
Comenzabas a reírte por tus comparaciones tan graciosas.
Enseguida comenzaba a sonar a todo volumen, la voz de tu cantante favorita.
Pasamos los mejores momentos.
Los volveremos a repetir en la eternidad.
Transmito a mi amiga mis pensamientos.
Noto que sonríe con tristeza.
Ella también aprendió a quererte sin conocerte.
Cuando el destino reunió a estas dos mujeres, hacía poco tiempo que habías partido físicamente.
Tesoro de mi alma, sabés que te amo y deseo verte rápidamente.
No manejo las agujas del tiempo.
Debemos esperar, mientras tanto te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=iCZ-QFtsmco
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