A tu edad sentía una atracción especial por los espejos.
Prefería los antiguos como los que alguna vez había conocido en un palacio ubicado a casi doscientos kilómetros de Buenos Aires.
Pertenecía a la familia Guerrero,
Sus orígenes podían encontrarse en las primeras familias patricias argentinas.
Sinónimo de alta sociedad del siglo XIX.
Ello no significó que vivieran en una burbuja de felicidad.
Esa propiedad de estilo normando, con un extenso parque que llega al borde del río Salado, fue un obsequio que recibió la integrante menor de la familia, quien fuera obligada a casarse en contra de su voluntad cuando apenas salía de la adolescencia con un hombre mayor.
Tiempo después del enlace, el hombre olvidó sus deberes de esposo.
Ella comenzó a concurrir sola a las exclusivas fiestas que brindaban sus amigos de idéntica clase social.
Allí conoció a un joven del que se enamoró.
Para disfrutar de ese sentimiento realizaron un viaje al viejo continente.
El objetivo era disfrutar del amor lejos de las miradas de los demás,
Al enterarse el esposo, pidió el divorcio, posteriormente se suicidó.
Su amante le regaló a la bellla hocen el palacio que disfrutó por poco tiempo.
Ofrecía grandes fiestas a las que asistían los miembros más conspicuos de la sociedad porteña.
Su amor viajaba a Europa por largos períodos, dejándola demasiado tiempo sola..
Al descubrir el motivo la joven que aún no había cumplido los veinte años, eligió terminar con su vida.
Esta introducción es real y puede constatarse en cualquier sitio de la red.
La propiedad fue convertida en museo.
Nadie que viajara con destino a la costa argentina, evitaba desviar unos pocos kilómetros para conocer esa belleza arquitectónica, pasear por los jardines que se conservan como antaño y visitar el museo.
Impacta el verde del parque con el césped prolijamente cortado.
Las flores agripadas en los canteros, dan la nota de color.
El guía muestra los amplios salones.
Las paredes visten cuadros de los más afamados artistas del pincel.
Una de las salas es una réplica del Salón de los Espejos del palacio de Versalles.
Uno de ellos refleja la mesa aún tendida para esperar a varios comensales.
Nadie sabe explicar por qué siempre ha permanecido a personas que nunca van a llegar.
Conociendo que siempre te han gustado las historias que ocurren detrás de los espejos, no tendré inconvenientes para complacerte.
El espejo es de forma geométrica, podría decir que se asemeja a un rombo.
El marco ha sido cincelado por un orfebre, no tengo dudas.
Noto que estoy en otro lugar del mudo.
No tardo en concluir que soy una espectadora privilegiada de la fiesta de la rosa que se brinda anualmente en Mónaco.
No tengo el atuendo adecuado, por lo tanto solo miraré a quienes participan de un evento magnífico.
Las mujeres visten sus mejores galas, los varones vestivos para la ocasión.
Salta el corazón en mi pecho cuando te diviso a vos.
No estás bailando como lo hacen todos.
Con un gripo distinguido se han acercado a loa barra del lugar.
Tu luminosidad e hidalguía a.
Es indudable que cuando hablás todos quieren escucharte.
Nunca, jamás, nadie podrá igualarte.
Debí salir de este espacio ubicado detrás del espejo romboidal.
Te confieso que tengo un poco de temor.
He visto muchas sombras. Manos solitarias que quieren tomarme.
Paredes de las que penden las telarañas que deja el tiempo.
Te pido que me ayudes a salir de este laberinto.
Sola no podré.
Gracias mi amor, estoy por salir detrás del espejo.
Un estallido de vidrios plateados como agujas intenta asustarme.
La rotura del espejo indica que esta historia fantástica llegó a su fin.
Otra vez la soledad intenta interponerse entre los dos.
No sabe que estás cincelado en mi alma.
Tesoro sabés que te amo.
Me encanta poder sostener este encuentro cotidiano con vos.
Sé que lo recibía de la misma manera, por ello te pudo como de costumbre que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=QCFG5rT4kbA
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