Friday, June 01, 2018
VIENTO DE OTOÑO
En la mitología griega, los cuatro vientos representan las estaciones del año.
Todos eran hijos de Astreo y Eos.
Noto era el que correspondía al otoño, por ser quien traía las primeras ráfagas de viento sur anunciando los primeros fríos de esa estación.
Si fuerza lograba desvestir del follaje a la mayoría de los árboles.
Quedaban exceptuados los de hojas perennes.
A ellos los vestías con hojas rojizas, ocres o amarillas.
Los paisajes cambiaban de una exultante floración de verano por otra que traía días más cortos, algunas ramas desnudas donde las aves apenas podían posarse por temor a quebrarlas.
Tiempo de observar troncos rugosos denotando en cada nudo de los troncos su edad.
Al llegar el crepúsculo con sus tonos púrpuras y magentas los pájaros de colorido plumaje regresaban a sus nidos para estar con sus crías con el propósito de alimentarlas y encontrar el típico calor de un hogar.
Cesaban tempranamente los trinos dando paso a un silencio tan triste como estremecedor.
Queda poco para que termine esta estación.
Apenas en unos días aparecerá el invierno donde el frío hace sentir su rigor.
A nosotros dos nos fascinaba caminar por esos lugares.
Las hojas secas, crujían bajo nuestras pisadas.
Solías preguntar hacia donde habían partido las flores que tanto amabas.
No te conformabas con cualquier respuesta.
Pese a ser un niño las mismas debían estar fundamentadas con la seguridad de quien sabe qué desea explicar.
Extraño tus risas, cando hallabas flores perdidas.
No eran demasiadas, aún así alcanzaban para que mostraras tu estado de ánimo.
Siempre alegre.
Con la felicidad reflejada en la hermosura de tu profunda mirada.
Un refrán de vieja data, dice que en la vida todo vuelve a renacer.
Verdad a medias.
Se repiten las estaciones del año, cambian los vientos.
Quienes parten hacia otras dimensiones no tienen la posibilidad de regresar.
Un detalle que no puedo asumir.
Cada mañana, espero verte al despertar.
Un imposible .
Volveremos a estar juntos cuando Cronos y el destino indiquen que ha llegado mi momento de partir hacia donde estás.
Ese día volveré a sentir felicidad.
El cielo mostrará su mejor manto límpido propiciando el reencuentro que tanto ansió.
Desaparecerán de esta realidad que me toca vivir, brumas y tinieblas.
Pesadas cortinas que ocultan la transparencia de tu ser.
No se puede describir con palabras habituales en nuestro léxico cómo es posible seguir en soledad.
Especialmente cuando lamisca no es motivo de nuestra búsqueda para realizar una instrospección que nos permita mirar el interior de nuestro ser.
Son necesidad de observarlo, puedo afirmar que allí, en cada célula de mi cuerpo estás vos.
No quiero que el tiempo dilate mi mayor sueño.
Conocés como nadie mis pensamientos.
Ambos esperamos que mis utopías se conviertan en realidad.
Reconozco que soy impaciente y ansiosa.
Muchas veces me pregunto ¿Cómo hice para llegar al día de hoy, sin tenerte a mi lado?
Siento la transferencia de tu energía.
Sos el pilar en el que puedo apoyarme cuando siento que estoy a punto de caer en esos abismos que siempre menciono.
Tienen principio pero no se conoce qué ocurre en el fin de los mismos.
Quizás allí se encuentre el principio donde se encuentra la escalera que deberé ascender para encontrarte sin más dilaciones que aumentan y profundizan el dolor que produjo tu partida tan temprana como injusta.
Puedo asegurarte que produce cansancio la espera.
Una espera que no sé cuando finalizará.
Tesoro de mi alma, sabés que te amo cada día un poco más.
No tengo demasiadas opciones.
Por ello mientras espero ese momento sagrado, como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=4gFJ4wfe9G8
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