Como casi todos los niños ejercían sobre vos una fascinación especial con los días de lluvias.
Días en los que nadie se anima a salir.
Tu armada de barquitos de papel, tenía como muro de contención el cordón de la vereda de nuestra casa.
No encontraba forma de hacerte entender que la lluvia podría perjudicarte la salud.
Rápido para constatar, respondías “Soy sano mamá, es solo agua”
Los barcos los armabas con papel de diario, algunos tenían una bandera sostenida con un escarbadientes.
Nada te detenía,
Por acción del agua debía naufragar el último barco de tu flota para que entraras a nuestro hogar.
Más grande cuando uno de tus amigos se quejaba de la lluvia, tras una carcajada, volvías a repetir que solo se trataba de agua,
Ningún daño podría generarles.
Siempre has tenido una filosofía especial para interpretar los episodios más simples de la vida terrenal.
No te asombres, jamás me referiré a vos utilizando el tiempo pasado.
La razón es tan simple como sencilla, no puedo escribir en pasado aquello que vivo a diario.
Quienes me conocen saben que seguiré escribiendo en tiempo presente pus te tengo aquí.
Sos una parte de mi ser.
Cada instante de esto que dicen que es una vida.
Debería hacer un congreso filosófico para explicar, dejando que todos puedan expresarse, que la muerte no es una separación.
En mi caso particular ha sido un lazo para reforzar la fuerza de nuestro amor de hijo a su mamá y viceversa.
Estarás en ese estado para las leyes que rigen nuestras vidas.
Conocés que soy respetuosa de cada una de ellas, pero en se punto disiento con todo el fervor de una madre que ama a su hijo. Ausente de manera temporal.
Mueren y se olvidan , los terrenales que no han dejado absolutamente nada.
Nunca dejarán de existir los seres luminosos y solidarios como vos.
Jamás serán cubiertos por el polvo menesteroso del olvido,
Jamás te convertirás en recuerdo.
La razón es simple,. Quien vive en el corazón de los seres que lo aman de verdad.
Con el amor más puro y sincero, tienen vida eterna.
No solo en tu nuevo hábitat, sino en cada célula de los que aprendimos a amarte sin condicionamientos de ninguna especie.
Agradezco al destino que a veces muestra su cara dotada de la mayor crueldad que seamos muchos quienes te queremos sin impurezas que perturben, la calidad del amor incondicional.
No soy necia.
Sé reconocer que habrás tenido algunos detractores.
No fueron importantes como para opacar tu luz.
Hoy una tenue pero pertinaz llovizna, cae sobre la ciudad.
No tengo mi armada de papel, por lo tanto caminaré bajo la lluvia que es capaz de lavar junto a las lágrimas los dolores que se producen en el alma.
Al morar el paraguas no puedo evitar la mueca de una sonrisa.
Utilizo uno que no llegó a tus manos.
Cuando te preguntaba por ellos con la alegría que te caracterizaba decía “ Ohh, creo que lo perdí.
Tu risa contagiosa diluía cualquier reto ulterior.
Camino por las mismas calles que lo hice con vos.
Están los mismos comercios.
Los dueños me saludan con respeto.
Sabés que soy sumamente reservada.
Son pocos con los que entablo una conversación.
Me sobran, los dedos de una mano para mencionarlos.
Todos te quieren por ser como sos.
No han olvidado tus travesuras de pequeño.
Recuerdan cuando paseabas en tu bicicleta de color verde, cantando canciones que te gustaban.
Un ser feliz que no mereció partir de manera temprana.
Regreso a mi refugio para contarte mis vivencias diarias.
N enlace mágico que se ha convertido en un rito.
Me gusta comenzar a escribirte siempre a la misma hora.
No poseo la respuesta para tal accionar.
Te amo mi tesoro.
Muchas lluvias pasarán antes que se produzca nuestro anhelado reencuentro.
Odio esperar. Más no tengo otra alternativa.
Te amo.
Cada día un poco más, por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=UHylpY4nxuI
No comments:
Post a Comment