MI UNIVERSO, SOS VOS

Tu dolorosa ausencia te ha convertido en el dueño de mis pensamientos constantes.
El universo donde encuentro el eje de mi existencia.
Guía que me indica el camino a seguir para salir indemne de heridas que se sumarían a las que se produjeron hace treinta y cuatro meses cuando tu debilitado corazón dejó de latir.
Llegaste al mundo con los ojitos abiertos.
Un bebé enorme que todo deseaba descubrir, de ese espacio que lo mantendría por poco tiempo.
Mucho menos que aquel que desea una mamá, que trae vida a la vida para que se desarrolle a través de muchos años.
Tantos que yp no pudiera contar hasta el final, pues por ley natural, partiría antes que vos.
Todo se dio vuelta aquella mañana gélida de agosto.
Tus bellos ojos cerrados impidieron que vieras la tétrica cara de la muerte que te llevaba a una dimensión desconocida.
Merecías vivir.
Cumplir cada uno de tus sueños, que no eran pocos.
Como todos los días veintiocho, hoy desperté a las cuatro y veinticinco de la madrugada.
Hora que entre sueños mortales me respondiste que vivías “con tu mamá”.
Con un tono de voz inolvidable, despojado del padecimiento de los últimos días.
Sufrimiento que sentimos los dos.
Recuerdo sin poder evitar el llanto más profundo, tu suplica a los médicos, para que salvaran tu vida pues debías cuidarme.
Hasta el final pensando en tu mamá que te ama con locura, sin perder la cordura.
Desde donde estás podés observar cada uno de mis días.
Chatos, agobiantes,
Cargados de esa angustia que no cesa.
¿Nadie puede comprender que necesito darte un beso?
No alcanza uno solo, es poco, sin embargo me conformaría con esa lejana posibilidad.
Cada noche te busco entre las estrellas.
Sé que estás allí, aún cuando no te pueda divisar en como una actividad lúdica que no puedo evitar.
Me entrego al sueño, pensándote.
Teníamos todo para ser felices.
Nuestra prioridad era compartir cada minuto de nuestras vidas como si fuera el último.
Sos un visionario.
A medida que pasa el tiempo, cada uno de tus comentarios, se transforma en la más dura realidad.
Mi búsqueda seguirá hasta el último día de esto que se parece a una vida.
Tesoro, sabés que te amo.
Hoy es un día más triste que los otros.
Treinta y cuatro meses de ausencia son una tortura.
Inexorable el tiempo transcurre.
El ansiado reencuentro no se produce.
No existe nada para paliar el dolor que crece día a día.
Mi vida sin vos, no tiene ningún sentido.
Por favor, como siempre en estos enlaces mágicos, te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Qrshx8BUDjk