Friday, August 24, 2018
LA SABIDURÍA DE LOS ÁRBOLES
Laura, a quien ya conocés, sabe que estos días para mi son tortuosos.
No es fácil intentar borrar de mi mente tu padecimiento.
Te asguro que lo intento para que ninguno de los dos sufra por tu ausencia inesperada, injusta.
No me alcanza solo recordar el tiempo compartido que afortunadamente nos regaló el hecho de estar juntos para siempre.
He comprobado, que tu axioma favorito siempre está vigente.
En esos instantes que ninguno de los dos mereció pasar, surgen de manera inevitable.
El horror no se elimina de un plumazo.
Tampoco con las letras que mis musas traen a diario.
Sería ingrata si no reconociera el esfuerzo realizado por quienes te aman y te seguiremos amando. Más allá de la misma muerte.
No aceptaré jamás, mientras dure mi existencia que estás en una dimensión por mi desconocida.
Añoro compartirla con la única intención de aliviar el peso de tu propia mochila.
Te pido perdón por no poder llegar a ese estadío.
La pérdida de un hijo no tiene adjetivos para calificarla.
Pocos comprenden la angustia aterradora de no tenerte más.
No es suficiente explicar aquello que se siente ante la ausencia física de quien mora en el alma desgarrada de una madre que ha perdido al fruto de su vientre.
Te amo más allá de los sucesos que se pueden explicar con palabras conocidas.
Tu ausencia temprana es un latigazo, incapaz de sanar el alma herida.
A pocos minutos de aquí, existe un bosque solitario en el que se encuentran especies arbóreas por pocos terrenales conocida.
Un lugar de paz para los que deseamos entender lo incomprensible.
No hay pájaros en las copas de las especies perennes, cantando bellas melodías.
El silencio permite observar los caprichos de la naturaleza en los troncos de diversas formas, otorgadas por la imaginación de quien los mira.
Son especies exóticas a las que mi enemigo el tiempo, las ha deformado para que tomaran diversas apariencias,
Te cuento que a vos que tanto te gusta la naturaleza, los rugosos troncos poseen multiplicidad de imágenes desconocidas por quienes quedamos habitando suelo terreno sin saber muy bien por qué i para qué.
Laura, una artista del pincel, conocía este sitio poblado de encanto.
Bo todas las miradas se parecen ni se asemejan.
Tengo la certeza que ambos observaríamos idénticas figuras.
La corteza añeja, muestra, mujeres casi reales conversando con aquello que escapa al entendimiento.
Mi enemigo, el tiempo las ha dotado de figuras fascinantes,
Puedo escuchar tus expresiones de asombro ante las mismas.
El silencio me llevó a detener la mirada en una de ellas.
Asemejaba a una madre abrazando a su hijo.
Comprendí que todo lo existente en la naturaleza en algún punto se asemeja.
Opté por la imagen de un árbol que aparentaba a una mamá abrazando a su hijo.
Entendí de la tristeza que agobia a quienes pasamos circunstancias parecidas.
Quise entrar en la corteza de esa especie elegida con el único objetivo de cumplir una misión básica en toda mujer que ha traído vida a la vida para que viva eternamente.
No alcanza con una expresión de deseos que se repite de manera cotidiana.
Es natural que una mamá, quiera mimar a su hijo para expresar cuanto lo ama.
Laura me llevó a ese espacio de paz y sosiego.
No es necesario trasladarse demasiado lejos.
La imaginación posee alas como las tuyas, te lleva a cualquier parte.
Es bueno que sucedan esas demostraciones que ayudan a entender los sucesos de la vida terrenal o la tuya.
Es cierto, nadie puede colocarse en el lugar del otro pese a los intentos realizados.
Se necesita capacidad de entender al otro sin condiciones.
Agradezco a la vida haber posibilitado mi reencuentro con mi amiga de tantos años, pese a la distancia de lo físico.
Conoce de mis deseos no cumplidos, adversidades que pocos humanos estamos capacitados para resolver.
Por todo , Laura busca sitios donde pueda encontrar pequeñas dosis de paz que brinden calma a un corazón lastimado.
Herido por la ausencia del ser que más se ama en la vida.
Son muchas las ocasiones en que me pregunto si ¿Supe demostrarte la intensidad del amor maternal?
¿Qué me faltó hacer para retenerte a mi lado?
No es un sentir egoísta.
No se pueden explicar con palabras aquello que transcurre en el alma.
Daría aquello que no poseo o para cristalizar el profundo anhelo de darte un beso en la mejilla.
No se puede.
¿Por qué?
Internotes carentes de respuestas.
Jamás los aceptaré.
Tampoco asumo
la crueldad y frialdad de la muerte.
Nadie lo haría gozando de raciocinio.
La tarea de despertar cada día es un calvario.
Necesito salir de este estado para abrazarte como en un pasado reciente, que no reconoceré nunca.
Sos mi vida.
Me altera tener que esperar.
¿Esperar para qué?
Nadie puede asegurar nuestro reencuentro.
Ello produce en el alma, escaras que no tienen cura.
Tu imagen alegre me rescata de abismos que no deseo transitar.
Sos la columna que sostiene a esta mujer que no le encuentra sentido a su permanencia entre los terrenales.
Tesoro, sabés de mi amor incondicional.
No pierdas la paciencia.
Arbitraré los medios necesarios que me lleven a vos.
Instante supremo en el que todo tendrá las respuestas necesarias.
¿Tiempo necio, qué más necesitas para saber que estoy incómoda en el espacio etéreo que elegiste sin consultarme?
Nadie puede revocar los sentimientos de una mamá deseosa de reunirse con su primogénito.
No insistas, no soy tu objetivo ni tu derrotero.
Tesoro sabés que te amo hasta el cielo que habitás.
Te pido como siempre que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=rhBAPtQOE8o
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