UN ÁRBIL ESPECIAL

Las raíces profundas atraviesan suelo terrenal,
Es conocido como el árbol de la vida y la eternidad.
No escribo de la muerte pues no adhiero a la teoría que con aquella termina todo.
Soy de las humanas que creen que existe vida más allá del final.
He encontrado respuestas al respecto leyendo libros de teología, neurociencias evolutivas y las conclusiones de los científicos, traen paz a mi espíritu.
Antes de tu ausencia mis lecturas se encaminaban hacia ese lugar.
Ignoro si fue una premonición o simplemente alguien superior señaló ese tipo de libros para mi biblioteca.
Son una red de contención que mitiga el sangrado del alma producido por un gran dolor.
Supe de la existencia de ese árbol tan singular y necesité compartirlo, con vos principalmente y con quienes a diario me leen.
Esta especie es singular, tiene una copa de brillantes hojas verdes, capaces de contener en sus brazos todo el sistema solar.
El sol fomenta su expansión para que cada vez pueda abrazar a todas las constelaciones y cada una de las estrellas que como pequeños brillantes, titilan en la noche azul.
Cuando lo conocí, pensé que podría trepar a él, con el propósito que todos conocen.
Por fin tener la posibilidad de ver a mi hijo adorado.
Seguramente en el momento del reencuentro, veamos algunos cambios provocados por el paso de estos casi tres años.
Imperceptibles pues utilizaremos la mirada carga de amor.
Es tanto aquello que tenemos para compartir que el tiempo será insuficiente para repetirte una y otra vez, lo mucho que te quiero.
Te extraño, no puedo disimular la
Expresión de tristeza que es parte de mi vida desde aquella espantosa mañana de agosto.
Sé que en tu sueño sensible tuviste la percepción que la vida cubriría todo con escombros.
Desde entonces nada tiene sentido para mí.
Intuyo que desplegaste tus alas para quitar una a una las piedras que me ocultaban.
No fue un trabajo sencillo intentar ubicarme nuevamente en mi lugar.
Tu motivación es infinita, necesitabas recuperar a tu mamá, que se pareciera un poco, tan solo un poco a la mujer que estaba a tu lado siempre.
Es probable que esa regrese cuando volvamos a vernos.
En ese instante soñado recuperaré todo lo modificado.
Me verás sonreír como ayer.
Una y otra vez repetiremos las caricias, ausentes en forma temporal.
Nada me conforma.
No es un capricho, es la necesidad permanente y básica de una madre de darle un beso a su hijo al despertar.
Mirarlo a los ojos y repetir la rutina de cada mañana, conversar unos minutos antes de cumplir con nuestras actividades.
Ser mamá es la mejor actividad.
Cuando ello se pierde no hay forma de regresar el tiempo hacia atrás.
Muchas veces mi familia choquita se queda en silencio cuando percibe la angustia voraz.
Los comprendo.
En ocasiones no hay mucho para decir.
Solo escuchar en ese silencio que se convierte en una compañía necesaria, algo que no se puede valorar en su cabal dimensión.
Tesoro, te amo.
Sabés que debo esperar para cristalizar mi sueño más importante.
Mientras llega ese día vuelvo a pedirte, que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=Qrshx8BUDjk