ABRUMADORA SOLEDAD

La encontré bajando de un auto, pensé que como siempre me saludaría con la mano, por suerte me equivoqué.
Me pidió que me acercara, lo primero que me preguntó fue si tenía un rato para compartir, le pedí me esperara guardara el auto y enseguida estaría con ella.
Miraba sin mirar las flores de su jardín, prolijo con especies de flores claras, no le gustan los colores estridentes.
Esperaba ese momento desde hace un tiempo.
Nos saludamos con afecto, en segundos percibí que tenía deseos de hablar.
Su casa es silenciosa como su dueña.
Con serenidad recorrimos el lugar.
Me cuenta que mañana es un día especial.
En casi todos los lugares del orbe se celebra el día de la madre, su gesto había sido tomado por la tristeza resaltando su palidez.
Sé que para ella será un día de esos que es preferible que pasen rápido.
Es el segundo año que el destino quiso que ese día que es como cualquier otro , siente si se puede más aún la ausencia de su hijo.
Pasamos al otro extremo de la propiedad, noto que ha renovado los canteros, solo quedó igual que antes el que contiene ciclamen de color blanco, eran las flores predilectas de su muchachito, tal vez por la delicadeza de las formas que las hacen semejantes a orquídeas.
Recuerda que su jovencito decía que las flores eran bellas en su lugar, detestaba que estuvieran prisioneras en floreros.
Solía compararlas con los pájaros que veía enjaulados, para él todo debía permanecer en su sitio, en libertad.
Kas plantas como cualquier especie viva debían estar en ese estadío, libres cual pájaros que emprenden vuelo en el momento que necesitan desplegar sus alas para volar.
El atardecer es calido propicio para tomar una copa en el jardín.
Tocamos varios temas, me cuenta de su pasión por la pintura, los cuadros de autores reconocidos.
Vacila el tono de su voz cuando expresa que desde su hijo partió, decidió solo escribir para él, explica que es una manera de conectarse con el espíritu de ese ángel que vive en el cielo.
Se pregunta ¿Cómo será el día de la madre en el universo celestial?
Le respondo que debe ser parecido al de los seres que tienen la fortuna de seguir enn suelo terrenal.
Me gusta escucharla, es una mujer con la que se puede abordar cualquier tema sobre todo los relacionados con el arte.
Con voz casi inaudible cuenta que le han pedido que escriba sobre otros temas, igual que antes,
Afirma que no lo hará pues ella no es la misma de ayer.
Por nada del mundo se privaría de escribirle a su hijo desde su partida es su fuente de inspiración.
Evoca las ocurrencias de ese ser tan lleno de luz, siempre le decía “te compré algo para el día de la madre”, pese a que ella le pedía que no se lo dijera pues prefería ser sorprendida hacía caso omiso y se lo entregaba ni bien lo tenía en sus manos.
Es notable la comunión y complicidad que existía entre madre e hijo.
No puede evitar que su mirada se llene de lágrimas al recordarlo, en otra oportunidad me contó que para su muchachito no había peor castigo que ver llorar a su madre.
Coincidimos en que todas las madres aman a su hijo,
Reconozco que este casi es diferente, la escucho con atención cuando relata que muchas veces no necesitaban de las palabras para comunicarse bastaba con el intercambio de miradas para conocer el pensamiento del otro.
No me cansa que lo evoque con tanto amor, no quisiera estar en la piel de ella.
Sufre en silencio la más terrible de las ausencias que puede tener una mamá.
Me quedaría horas conversando con ella, se quele hace bien y es notable cuanto necesita hacerlo.
Prometemos repetir el encuentro, será en mi casa donde los recuerdos so bien existirán mientras tenga un halito de vida compartiéndolos se aliviana la mochila que carga estoica y dolorosamente.
Me acompaña hasta la puerta de entrada.
Mientras camino no puedo olvidar la imagen de la angustia que la posee.
Otra vez me tomo el atrevimiento de pedirte a ti que estás tan lejos en el tiempo que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá,

https://www.youtube.com/watch?v=lW_vT5h-WK4