Friday, October 14, 2016
OCTUBRE SIN VOS
Mi cielo diáfano no puedo ni deseo acostumbrarme a vivir sin vos.
Estos meses de ausencia han sido los más terribles que jamás imaginé tendría que vivir.
Este mes que transitamos guarda muchos recueros queridos, cada día de octubre es una evocación, algunas producen alegría otras la adversidad se muestra tal si fuera un fuego eterno que intenta consumirme hasta convertirme en maderas flamígeras que queman lo más profundo de mi alma.
Quisiera que desde tu nuevo hábitat me vieras con un atisbo de felicidad.
Palabra que ha desaparecido de mis pensamientos hace casi catorce meses.
A ninguna madre le alcanza con acariciar las fotos del hijo que se ha ido, pues sabe que ese viaje no tiene retorno.
Tampoco es suficiente sentir la fragancia de tu ropa, leer tus escritos, pensarte en forma constante y aún cuando se piense que ese estadío es parecido a estar entre el límite de la locura y la cordura no es así, solo quien atravesó el dolor de la desaparición física del ser más amado tiene aptitud para opinar.
Nuestro igual conoce la impotencia de no poder hacer algo tan simple como acariciar, besar o solo mirar a quien ya no está para seguir compartiendo cada minuto de vida, solo aquellos pueden ser capaces de mitigar la angustia que se produce cuando al despertar se vuelve a tomar conciencia que la búsqueda constante del hijo que se trajo a la vida con amor no tendrá resultados satisfactorios.
La muerte trunca los sueños, proyectos de vida, utopías que quedan en un camino donde reinan las tinieblas.
Qué distinto sería todo ello si estuvieras a mi lado.
Realizaríamos los viajes postergados a ese país que tanto te atraía, también los más lejanos siempre que los paisajes exaltaran la belleza inconmensurable de la naturaleza.
Sitios donde te mimetizabas con ella para estar aún más cerca de ese conjunto de hermosuras naturales que tanto amabas.
Dios quiso para evitar que siguieras padeciendo llevarte a su lado sabiendo que aún cuando no te viera estarías tatuado eternamente en mi alma.
No puedo asimilar tu partida, solo aprendí a esperar el ansiado momento del reencuentro.
Imagino que nos sentaremos en las aristas de las estrellas para decirnos todo lo que no podemos hacer en el aquí y el ahora.
Todos los terrenales me dicen que estás bien, acompañado de otros ángeles como vos que tuvieron un pasaje por la tierra tan efímero como los suspiros que se pierden el aire.
Necesito estar bien para vos, percibo que me observás de manera constante idénticos a mis pensamientos que solo te tiene por protagonista de todos mis actos.
Siento que me sostenés cada vez que estoy por caer.
Sé que no te gustaba que llorara, quiero que sepas que las lágrimas surgen cristalinas como agua de un manantial en cualquier momento, he intentado detenerlas pero ellas no obedecen las órdenes que emite l cerebro.
El tiempo es implacable no cesa en su andar, esquivo a la hora de responder, siempre me contesta que no sabe cuando será mi tiempo, por ello mi vida te pido como siempre que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=pRAezlFcDwc
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