Hijo de mis entrañas, hoy es un día especial, hubieras cumplidos años.
Un día soleado donde la primavera hacía estallar su colorido y fragancia en todos los rincones,
Como si el tiempo supiera de esta dolorosa ausencia que me ha dejado en absoluta soledad el amanecer fue plomizo desde la madrugada la lluvia muestra que no piensa cesar.
Tal vez compasiva con mi estado de ánimo ha decido acompañarme con lágrimas idénticas a las mías.
Lloro por tu partida inesperada, ingrata, injusta.
Evoco el día de tu nacimiento.
Tenías prisa por llegar, es imposible explicar con palabras el sentimiento que posee a una mamá cuando trae vida a la vida.
Sentí que tocaba el cielo con las manos cuando apoyaron tu cuerpo rosado sobre mi pecho.
El primer llanto de un hijo es música para la madre que lo trajo a la vida para que con el paso de los años la viera envejecer hasta que llegara el momento de la despedida.
El destino invirtió los roles y con el alma en la mano tuve que darte el último beso.
Fuiste un niño especial, lleno de luz desde el primer momento de tu corta vida.
Evoco estremecida todos los momentos compartidos incluyendo aquellos que traían dolores habituales en los bebés, en ese momento te sacaba de tu cuna, en mi cama te cubría con mi cuerpo para mitigar el dolor que padecías temporalmente.
Fuiste un niño feliz, imposible olvidar tus paseos en bicicleta, los realizabas cantando. Provocando la sonrisa de todos los que te querían que afortunadamente no fueron pocos.
Fuiste un ser de luz, brillante en tus estudios.
Tenías la curiosa habilidad de estudiar con el televisor encendido y los auriculares en tus oídos escuchando a tu cantante favorita.
Muchas mamás me decían que les hubiera encantado tener un hijo como vos, en esos momentos mi corazón cabalgaba en mi pecho henchido de orgullo.
A ellas les respondía que no eras un niño especial, también hacías travesuras que al recordarlas me llenan de emoción y tristeza pues esos momentos no volverán a repetirse jamás.
Cuando ser pierde al hijo aado lo material carece de importancia, me he despojado de casi todo, solo conservo tus regalos y la permanente comunión de nuestras alma.
No hubiera dudado en vivir cerca de un oasis en el medio del desierto si con ello hubiera logrado tenerte para siempre a mi lado.
Escribo y recuerdo tu mirada asombrada cuando conocimos el desierto de Atacama, en el comienzo hay un caserío de casas muy pequeñitas, después comienza el principio de la nada misma.
Nunca olvidaré tu reacción al descubrir un cactus gigante, vestía en su cabeza una sola flor de color rosa intenso, tu primera intención fue acercarte para tocarlo, costo hacerte entender que si lo hacías las espinas lastimarían tus manos, tu curiosidad iba más allá de cualquier herida.
Aquellas espinas hoy están alojadas en mi alma desde aquel día de agosto en que Dios eligió llevarte a su lado evitando cualquier padecimiento.
Sé que estás bien, en un mundo celeste donde reina la paz.
Imagino que otros ágneles son tu compañía para que no te sientas solo.
Quiero que sepas que mi única utopía es volver a verte, ahora te miro con los ojos del alma.
No importa el tiempo qye deba espera para que mi sueño se haga realidad.
Ignoro si es mucho o poco, se que al abrazarte me sentiré pletórica de felicidad, palabra que ha desaparecido temporalmente de mi vocabulario.
Ambos siempre fuímos ansiosos, hoy tenemos que esperar para volver a reconstruir esa complicidad que nos unió hasta el final.
Sé que sos el puntal que me sostiene cuando me ves caer, siento tus manos en las mías cuando intentás sacarme del abismo profundo que trae la soledad.
Como en todas mis letras dedicadas solo a vos vuelvo a pedirte que nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=fcDsBVZvRDM
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