Astrea era una duvunidad griga hija de Zeis y Temis quien portaba en sus brazos los rayos de su padre.
El pastor Edimón estaba enamorado de ella y le pidió al dios Hipnos que le concediera la gracia de dormir con los ojos abiertos para poder contemplar a su amor platónico durante la noche.
Fue la última diosa inmortal de la Edad Dorada.
Selene una deidad de belleza extremadamente pálida fue consagrada como diosa de la Luna.
Ambas deidades pertenecían al gripo de las Titánides, no se conocían hasta que se encontraron en un punto del Universo estelar.
Ambas se hicieron amigas para compartir sus soledades.
Tengo la certeza que vos podés ver a todos cerca de ti y no creo que seas ajeno al espectáculo que anoche nos regaló el firmamento celestial a todos los que moramos suelo terrenal.
La caída de estrellas fugaces se repite frecuentemente desde que no estás físicamente a mi lado.
Fenómenos que antes ocurrían espaciadamente ahora son anunciados como una noticia más.
Solo quienes están morando en la eternidad son capaces de obsequiar a los humanos vivencias que perduran más allá de los tiempos.
Evoco tu niñez cuando veíamos caer una estrella fugaz pedíamos un deseo sin contarlo. Era tal tu ansiedad que pese a que te pedía que no me lo dijeras al rato de formulado me decías que habías solicitada.
Era tanta la comunión de nuestras almas y mentes que ambos requeríamos que se cumpliera un anhelo en conjunto o aquel que nos tuviera involucrados a los dos.
Todas las mamás aman a sus hijos de una manera que no se puede dimensionar, no tengo certidumbre si todas ellas se pueden comunicar con sus herederos como lo hacíamos nosotros dos.
Como un ser poseso extraño tu mirada de chocolate con la que podía intercambiar opiniones sin utilizar el don de la palabra.
Añoro tus besos acompañados de esos abrazos de oso que permanecerán en mí hasta el final.
Vivimos tantas cosas juntos, que podría escribir un libro.
Abrigabas la ilusión de ver publicado mi primer libro de cuentos.
Ese proyecto era compartido por los dos por lo tanto pese a tener corrector literario y editorial no lo haré.
No hace mucho uno de tus dos amigos más fieles me decía que no podía ser egoísta privando a otros de la lectura de mis cuentos.
Luego de una larga charla comprendió que no se tratada de una actitud tomada con liviandad.
Nunca verán la luz todo aquello que formó parte de nuestros sueños.
Pronto cederé los derechos de autor en tu nombre, mi producción literaria será conocida cuando llegue mi momento final.
A ninguno de los dos nos interesaba lo material por lo tanto dejaré por escrito y ante la ley que esos futuros libros estén expresamente dedicados a vos.
No me sirven los reconocimientos si no tengo a mi lado al ser que más amé en la vida.
Sos mi fuente de inspiración.
Siento que mi corazón no es amenazado por la taquicardia cuando me siento a escribirte.
Mis letras desordenadas nacen el fondo del alma de una mamá que nunca se cansará de amar a un ser tan luminoso como vos.
Gracias mi vida por la lluvia de estrellas fugaces.
Espero que el deseo que pedí se cumpla a la brevedad, sabés cual es pero no lo quiero repetir para que por fin se transforme en realidad.
Hijo de mi alma te amo por ello como si fuera una letanía te pido como siempre que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=HUSCLp1Y--w
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