Sunday, April 23, 2017
UN REFUGIO ESPECIAL
Los recuerdos se arremolinan en mi mente pugnando todos por salir a la vez.
Quizás ignores que todos tienen en mi mente un lugar privilegiado, sobre todo aquellos que tuve la dicha de compartir con vos.
Hoy recuerdo en especial unas vacaciones que pasamos en el centro de nuestro país.
AS tal fin habíamos alquilado la propiedad de un amigo de tu aboelo materno.
El viaje en auto es cansador, insume varias horas.
Al llegar el dueño de casa nos estaba esperando para entregarnos las llaves de la propiedad.
Como sabía que el viaje había sido en auto nos espero con un asado exquisito.
Alrededor de la mesa había sillas y bancos.
Estaba segura que elegirías uno de ellos.
Ye pedí que te cambiaras a una silla tu respuesta fue un rotundo n” no ma, aquí estoy bien”.
Tus ojitos se cerraban como personas al querer apoyarte en el respaldo que no tenía el banquito terminaste en el suelo.
Rápidamente te revisamos para comprobar que no tuvieras ninguna herida importante.
Reflexionaste en voz alta diciendo “tendría que haberle hecho caso a mi mamá”.
Expresión que arrancó la sonrisa de todos.
Pasamos un mes espectacular.
Los paisajes montañosos son más atractivos que los marítimos donde todo está siempre igual.
El parque posterior de la vivienda culminaba en el río Santa Rosa, un cauce de aguas tranquilas siempre que no se produjeran lluvias en las sierras altas que hacían aumentar su caudal
Fue uno de los viajes placenteros que realizamos juntos.
Jamás volveré a visitar ningún sitio en el que hayamos estado los dos.
Hoy que la soledad abruma pienso que el cerebro es el órgano más inteligente.
Desde que nacemos nos enseña a aprender a vivir, a desarrollarnos, a descubrir los misterios de la vida.
A mi no me enseñó como hace una madre para seguir habiendo perdido a su hijo.
Me perturba saber por qué se produjo ese olvido innecesario sabiendo que cada día el dolor se profundiza aún más.
Para eso nunca hay respuestas,
Daría mi vida por verte tan solo un instante.
Sé que no puede ser.
Un día como hoy de hace veinte meses te trasladaban a una institución de mayor complejidad.
En el viaje en ambulancia proyectábamos viajes que ambos sabíamos nunca serían realidad.
La intención era quitar de tus bellos ojos ese velo de tristeza profunda que avizoraba el final.
Recuerdo que un día me pediste volver a casa,
Te dije que no se podía.
Por más que una casa esté bien equipada no es lo mismo que estar en una clínica que puede atender cualquier descompensación.
Te pido perdón, tal vez me equivoqué no adivinando que querías que el final te sorprendiera junto a tus cosas más queridas.
Ese pensamiento me intranquiliza, quizás sea la respuesta a tantos interrogantes que me acosan.
No sé cuanto falta para que llegue mi momento, daría lo qye no tengo por estar con vos.
Tengo que esperar, por ello una vez más te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=LrONaE02CAU
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