HISTORIAS GRIEGAS PARA MI SOL

Perseo dios griego que muchas veces se hacía ver montando el caballo alado de Pegaso, le confesó al rey Acrisio que moriría en manos de su propio nieto,
El temor a perder la vida hace que construya una torre de bronce para encerrar a su hija Dánae de esa forma ningún hombre podría acercarse a ella.
La torre fue vulnerada en varias ocasiones sin éxito.
Es así que el rey manda construir una torre de madera, introduce a su hija y la arrija al mar.
Poseídón calma las aguas para que la deidad no se ahogara.
El gran Dios Zeus emite una lluvia dorada y poderosa que embarazó a la joven reina de esa unión tan increíble nació Perseo quien no tenía interés de matar a nadie ya que ocupaba gran parte de su tiempo conquistando ninfas,
Cono expresara su único afán era cabalgar en el caballo alado de Pegaso y conseguir la cabeza de la temible Medusa.
Sé aún cuando no te vea que estas historias de viejas épocas te seducen,
A medida que voy recordando a los seres mitológicos te lo transmito,
Cuando estábamos juntos siempre recordábamos la edad dorada de aquellos tiempos,
Tus preguntas tenían principio pero comenzaba la historia sin fin ya que nunca te resignabas a que un relato se terminara.
Extraños esas charlas compartidas que teníamos en soledad.
Si bien te llevo alojado en mi alma no puedo visualizarte, eso no es motivo para interrumpir esta conexión mágica que me permite estar más cerca de ti conservando los gustos de un pasado reciente.
Mis despertares son tan tediosos como pesados, siempre me pregunto por qué debo vivir un día más cuando Dios conoce sobradamente cual es mi mayor anhelo.
Mi familia chiquita se preocupa por mi soledad, no es fácil compartir por ahora con otras personas el dolor.
Sé que hay otros seres que han pasado lo mismo que yo, días pasados viajé en un auto cuyo chofer me contó que había perdido a sus dos hijos, junto a la esposa concurría a un grupo de autoayuda donde todos hablan el mismo idioma, pues todos han perdido a sus hijos.
No es tiempo de compartir el calvario que produjo tu ausencia con el agravante que siempre fui una mujer solitaria, sumamente reservada.
Tal vez algún día cambie de opinión por ahora no me atraen ese tipo de reuniones.
Mantengo comunicación constante con tus dos mejores amigos, siempre me cuentan anécdotas que si bien son tristes se convierten en una caricia para el corazón.
Decirte cuanto te amo es una obviedad, pese a ello necesito hacerlo para continuar.
Ignoro por cuanto tiempo seréretenida en la vida terrenal.
Hjjo querido solo me resta pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá



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