Noche serena de un otoño que aún no se anima a llegar con los primeros fríos que nos indican debemos archivar el vestuario del estío.
La diferencia la encontramos en que la noche nos encuentra en el camino unos cuantos minutos antes.
Elijo sentarme sobre un acantilado tomando las precauciones necesarias para no caer al vacío.
Un lugar privilegiado.
Detrás de mí erguido un árbol de flores rosadas muestra su belleza a quien lo quiera admirar.
Pese al cielo con nubes puedo observar debajo de mi, algunas estrellas titilando con timidez.
Más atrás una esfera de plata perfecta pareciera decirles Ustedes son mi corte de honor..
En el camino encontré una cinta gastada, su tono es claro pero no podría definir el color.
Con cuidado la desenrollo.
Suave la brisa la transforma en una bella serpentina ondeando muy cerca de tu cielo.
Sé que es un efecto visual ánsar que estoy cerca del firmamento.
Me aferro de ese pensamiento rogando que en algún instante aparezca tu figura angelada.
Mi sueño sería tomaras la cinta del extremo que ondulante espera ser sostenido por tus manos..
Cuando estuviera segura que estás sujeto a elle, con delicadeza te atraería hacia donde estoy con el solo propósito de poder tenerte cerca como antes.
Con la libertad de toda mamá que desea acariciar a su hijo o simplemente regalar un beso en sus mejillas rosadas.
No es un sueño difícil de cumplir.
No alcanza mi anhelo de mamá que extraña al sol de sus días.
La leyenda urbana dice que entre los que han partido y los que esperan partir existe una barrera que se llama eternidad.
No voy a discutir esa teoría cultivada por la mayoría de los terrenales.
En nuestro caso la eternidad nos une a través del amor y la complicidad que permanecerán siempre esperando que estemos juntos los dos.
Ni existe separación cuando el amor maternal es capaz de trascender la muerte.
El hijo amado que se fue queda para siempre encapsulado en el corazón de quien le dio vida sin pensar que ésta sería tan efímera comparable literalmente con la vida de las mariposas que tanto te atraían.
Sigo tejiendo una soga de esperanza con la única intención de estar cada día un poco más cerca de ti.
Tengo necesidad de verte, contarte como han sido estos últimos meses donde la tristeza y la soledad me convirtieron en prisionera.
Sé que desde tu lugar podés ver todos los sucesos terrenales.
Siempre siento que sos quien me sostiene cuando comienzo a caer.
Tu perfume me acompaña, tu esencia logra que mis días no sean una rutina de la que no se puede escapar.
Escapar hacia vos.
Es tortuosa la espera cuando se desconoce en qué momento el tiempo decidirá cuando debe ser el final.
Mientras esperamos como siempre te digo, te amo, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=DymUGMxZq5U
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