FOGATAS EN EL RECUERDO

Fue tu primera excursión de fin de semana con tus compañeros de clase.
La intención de los maestros era que los niños de siete y ocho años comenzaran a socializar y desenvolverse sin la ayuda de adultos de la familia cuando de un campamento se trata.
La opción elegida me pareció excelente ya que el sitio distaba poco más de cien kilómetros de la escuela.
En el caso de ocurrir alguna emergencia los padres en poco tiempo podíamos estar allí.
Te noté pensativo mientras armabas el bolso, en un instante me contaste que no podíoas dejar solo a Mateo, un amigo fuera del colegio totalmente dependiente de vos..
Solicitaste que fuera a conversar con los maestros para que lo incluyeran en la excursión.
Te expliqué que sería difícil, ya que Mateo no concurría a la escuela.
Te propuse que fueras vos quien hablara con los profesores explicando los motivos de tu petición.
Siempre confié en vos y sabía que tu oratoria podía convencer hasta las piedras.
No te contestaron inmediatamente.
Esa actitud te puso de mal humor.
Dijiste a los organizadores que no viajarías sin la compañía de tu amigo dado que era un niño con problemas que no vo a develar y necesitaba tu contención y divertirse con otros niños de la misma edad.
Los maestros no querían prescindir de vos, pues eras el alma del grupo.
Mateo contaba con todos los permisos, para resumir y calmar tus ansias fui al colegio a conversar con los profesores que habían organizado la salida.
El paseo duró dos días que me parecieron una eternidad.
Previamente te había enseñado a armar fogatas sin la necesidad de utilizar algún líquido que los pudiera exponer al peligro.
Hoy recordaba ese paseo, tu carita de sol cuando revivías cada momento.
Experiencias inolvidables como armar la primera fogata,
Siento el fuego de tu amor encendido en mi alma.
Tengo mil anécdotas para contar.
Rescato, valoro y resalto tu sentido de la amistad.
Fuíste feliz de manera fugaz.
Para mi es un hakafo cuando tus amigos te recuerdan con tanto amor.
No siento pudor de llorar ante ellos, saben compartir mi dolor.
Te extrañan.
En cada encuentro las conversaciones giran en torno tuyo.
He tengo la gracia de tener acceso a esa otra parte de tu existencia, la que se comparte con los hermanos de la vida.
No tengo dudas que te aman.
Soportan y calman mi llanto tal cual lo hicieras vos.
Saben de mi necesidad de ir a tu encuentro cuanto antes.
Por aquí no tengo demasiadas metas por cumplir.
Te amo, por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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