GIARDO TUS ESTRELLAS

Mi única prioridad, quiero que sepas que cada noche me llegan las estrellas llenas de amor que envíás desde ese cielo límpido que se ha convertido en tu nueva casa.
Al principio las guardaba en un armario que utilizabas vos desde siempre.
Un siempre que duró demasiado poco.
Algunas se escapaban.
Necesitaba buscar otro método para que sierre permanecieran a mi lado para recordarte con el amor más profundo que puede existir en suelo terrenal.
Una noche de insomnio en que la luna estaba en cuarto menguante, decidí salir para pensarte en libertad, contenida por la belleza de un nocturno, en el que el silencio había sido consagrado soberano.
De lejos se escuchaba una música tan armoniosa como especial.
El resto del sonido erán producidos por mis pasos sobre la hierba húmeda de la primavera.
No fue una ilusión óptica.
La Luna con su recortada belleza descendió de los cielos hasta ubicarse en un espacio en que la pudiera escuchar.
Me pidió que estuviera tranquila.
A continuación su anuncio que esperaba expectante,fue decirme que estabas bien.
Te adaptaste pronto a tu nuevo hábitat, ya que en las puertas del cielo te estaban esperando los seres que te amaron y antecedieron en el camino.
Con el propósito de evitarte el temor a los desconocido.
Sociable como en la vida terrenal, enseguida lograste que muchos ángeles fueran tus compañeros.
Al ver reflejada la tranquilidad en mi rostro la Luna me dijo si veía un frasco de cristal que estaba apoyado en la gramilla.
Al responder de manera positiva, expreso que para que no hubiera fuga de estrellas de las que me enviás casi a diario, debía colocarlas en ese recipiente, cuando estuviera lleno de multicolores estrellas. guardarlos en el mismo placard que las tenía hasta hoy.
Antes de ascender al firmamento estelar, la bella dama plateada me preguntó si quería que transportara un mensaje para vos.
Le pedí que le dijera cuánto te quiero, que extraño tu bella mirada y quisiera darte ese beso que se sigue postergando.
Prometió llevarte mi petición.
Al oído me susurro, que pronto podría darte todos los besos que quisiera y que vos también necesitás.
Me pidió un poco de paciencia, en el cielo hay mucho trabajo.
Otra vez sentí en el centro de mi corazón, pequeñas pinceladas de felicidad.
No podemos cuantificar la espera, en cambio puedo decirte cuanto te amo.
Guardaré tus estrellas hasta que te las pueda entregar.
Como siempre en estas conexiones mágicas te pido que no olvides cuanto te quiere tu mamá.

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