MI ALMA ERRANTE

Según las diversas mitologías o religiones del orbe, las alnas errantes sino las que después de su muerto no pudieron transitar hacia planos superiores.
Son conocidos vulgarmente como sombras o fantasmas.
Respeto todas las teorías existentes o conocidas por mí pero disiento con la mayoría de las etiquetas con las que se suele caratular a quienes han partido al espacio celestial.
Tibia madrugada de primavera.
La noche previa te pensé cuando eras un niño de escuela primaria.
Camino a la casa de un familiar pasamos por un cementerio de otra religión.
Preguntaste qué era.
Jamás te hubiera mentido y te conté que se trataba de un cementerio que alojaba personas que habían partido de otra religión.
En ese instante pensé que debí haber cambiado el recorrido.
Te acercaste a una de las rejas.
Regresaste a mi lado.
Con soltura dijiste que teníamos tiempo para llegar a la casa de nuestro familiar.
Tu vocecita clamó por ingresar al lugar.
Más que un pedido pareció una exigencia.
Te hice saber que no era un lugar de paseo y menos para recorrer.
Insistente como siempre, dijiste “Hay monumentos, los quiero ver”
Con el propósito que no siguieras pidiendo nada más, accedí diciéndote que solo caminaríamos unos metros.
Por suerte te conformó la respuesta.
Mirabas cada monumento sin perderte ningún detalle.
Comenzaron a tañer las campanas.
Tus bellos ojos me miraron con signos de interrogación.
Antes que lo preguntaras te conté que a ese campanario no se podía subir.
Comprendiste que era un lugar reservado para las personas que profesaban esa religión.
Quería huir del lugar.
Conocía que para entrar las mujeres deben llevar la cabeza cubierta con un shador.
Transcurría el mes de agosto, mi cara demostraba sentir el calor de pleno mes de diciembre..
Al salir comenzó un bombardeo de preguntas que contesté una a una.
Me sorprendió cuando detuviste la marcha y con toda seriedad dijiste que cuando algún día no estuvieras en la tierra te gustaría estar en un campanario.
Siempre te gustaron los tañidos de aquellas.
Inclusive asistimos a conciertos de campanas que al unísono sonaban en distintas iglesias de Bienos Aires.
El sonido es conmovedor.
Pude conciliar el sueño rogando soñar con vos.
No ocurrió.
Tres horas y diez y ocho minutos de la madrugada escucho ti voz pidiendo como antes “Abrime la puerta ma”
Obviamente salté de la cama.
Al abrir la puerta de entrada no había nadie.
No fue un sueño, se trató de un episodio real.
Es tan grande el deseo de encontrarte que a ese aviso le encuentro una sola explicación.
Quizás estuve a punto de emprender el viaje que me dejará en tu misma estación.
Como no es mi tiempo me despertaste para que siga entre los terrenales.
No encuentro otra explicación más racional que esa.
No he perdido la cordura, puedo argumentar cada una de mis conclusiones.
También tengo en claro que no sos un alma errante, ni una sombra y menos un fantasma.
Sos mi tesoro al que amo como siempre y un pocp más-
Sos el ángel que me sostiene cuando estoy a punto de caer.
La razón de mi existir lleva tu nombre.
Te amo por ello siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=rRw1kVYyd3I