No todos los terrenales tenemos la capacidad de compartir nuestros sentimientos.
No es una actitud egoísta.
Simplemente no queremos empañar la felicidad de quienes tienen la dicha de tener a su familia completa.
Tu ausencia temprana hizo que la vida se me cayera encima en una mujer rota.
Sí, como el libro de la célebre Simone de Beauvoir.
Una mujer con apariencia de tal que comenzó a caer en los abismos más oscuros de la existencia.
Sin tu ayuda seguramente no hubiera podido emerger.
De esos agujeros negros como los denominan los neurobiólogos con templanza y esfuerzo se sale lentamente.
Ellos no pueden resolver las heridas profundas que están en el interior de una madre que ha perdido al hijo de sus entrañas.
Llorar para desahogar el dolor no alcanza.
La angustia, soledad y tristeza son como dagas filosas que en cada minuto de nuestra existencia están para profundizar aún más las heridas que nunca cicatrizarán.
Es difícil asumir que con un golpe certero el destino derribó tus proyectos que no eran pocos.
Un camino Brillante a transitar.
Iluminado con tu propia luz.
Extraño tus enojos pasajeros que siempre terminaba con un abrazo.
Tu mirada bella en la que nunca más me podré sumergir.
Duele la soledad.
Duele no escucharte reír o cantar.
Agradezco poder establecer estas conexiones diarias, nos acercan mucho más
Decirte que te amo es poco, por ello siempre te pido que no olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=a_gB2jIodhE
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