MIS SUEÑOS TE PERTENECEN

Tu ausencia ha logrado que cambie el interés por la lectura.
Cuando estabas físicamente a mi lado leía todo aquello que tenía al alcance de mi mano.
He tenido que aprender como si hubiera nacido nuevamente con la mitad del corazón, la otra obra en tu poder.
Creía tener todo ordenado, debidamente conformado hasta que el destino me asestó el peor golpe que puede recibir una mamá.
No es normal vivir o intentarlo sin un hijo a quien se trajo a la vida para que viviera pleno y feliz.
De manera prematura partiste.
Desde entonces investigo a los autores que se dedican a la neurobiología y sus avances increíbles.
Comparto con esos autores que los sueños son un jeroglífico.
Un enigma que se puede descifrar.
Lleva tiempo pero con paciencia se logra.
Mis sueños te pertenecen.
Para soñar hay que estar en un sueño profundo o RAM.
Afirman los científicos que soñamos todas las noches.
Solo recordamos los sueños que se han generado en el tercer sueño.
Como no acepto tu muerto ni lo haré jamás no puedo soñar con vos como quisiera.
He tenido dos o tres sueños, en los que nunca te pude ver con claridad.
He llegado a escuchar tu respiración, la que cesa cuando pronuncio tu nombre.
Quizás el pensarte cada minuto de cada día impida que pueda soñarte llevando a cabo, una actividad juntos.
Me gustaría soñar con alguno de los tantos recuerdos que compartimos.
No alcanza con evocarlos.
No se trata de un amor de una madre obsesiva con su hijo que no está temporalmente.
Es el producto de una relación con tanta empatía que en lugar de madre e hijo parecíamos, hermanos siameses.
Siempre unidos.
Hasta las más pequeñas cosas de la vida cotidiana era compartida con un amor infinito.
En muchas oportunidades cuando los cirujanos intenta separar a los siameses uno de ellos se va.
Eso ocurrió con nosotros.
Era yo quien debía partir por una cuestión cronológica.
El destino decidió que todo fuera diferente.
No entendió que quien tenía más derecho a vivir eras vos, por la razón mencionada.
Estoy desbordada de dolor.
El tiempo no cura las heridas las profundiza.
Estoy preparada para irme a tu lado cuanto antes, el transporte demora en llegar.
Mi vida, la espera es tediosa, angustiante y nada la puede morigerar.
Deseo que nuestros sueños sean como antes, compartidos.
Ansío sumergirme en la belleza y profundidad de tu mirada,
Ser nuevamente vos y yo como en el pasado reciente.
Tesoro, te amo por eso siempre te pido que no olvides cuanto te quiere tu mamá.

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