TU TIRMPO, MI TIEMPO

Quisiera ser la dueña del tiempo.
Tiempo que podría detener en nuestras horas felices.
Pese a que aquel fue escaso, las horas compartidas fueron las más dichosas de mi vida.
Sentí plenitud el día de tu nacimiento.
Desde el primer minuto supe que tendrías la mirada más bella.
La mayoría de los bebés nace con los ojos azulados.
Los tuyos asomaron a la vida de color caramelo.
Parecías asombrado observando un mundo nuevo.
Un bebé que giraba su cabecita ante cualquier sonido.
Presagio que serías curioso toda la vida.
Una vida que nadie imaginó tan corta.
Jugadas inesperadas del destino que apareció en nuestro mejor momento.
Nada le reclamo.
Venimos a este mundo con fecha de vencimiento.
Sin embargo a ese destino que nada le reclamo puedo decirle “Los hijos no deben morir”.
No existía episodio que no me brindaras satisfacción.
Mente brillante y por sobre todas las cosas un ser luminoso y solidario.
Un niño a quien espero haberle demostrado mi amor incondicional.
Yb ser de luz que más que un hijo es un amigo.
Cómplices en cualquier circunstancia.
Hoy mís días son solitarios, pesan demasiado, la angustia y el agobio.
Si fuera la dueña del tiempo adelantaría los relojes de la humanidad toda para llegar más rápido a tu lado.
Estás aquí, de eso no tengo dudas.
Aún así preciso verte corporizado para darte ese beso que a diario nace y muere en mis labios.
Extraño tus abrazos de oso.
La sonoridad de tu risa.
Tu voz cantando.
Me hacen falta tus enojos para salir del hastío.
Furibundo arrasabas con todo aquello que se interpusiera en tu camino,
Lo bueno es que el huracán, pronto se convertía en tenue brisa.
Pedías disculpas ante cualquier exabrupto traído por la ira.
Son pocas las personas que conozco que saben disculparse.
Para vos era parte de una discusión explosiva.
No soy la dueña del tiempo.
No puedo lograr que se escurra etre mis manos.
Soy una mujer como cualquier otra.
Una mujer que ha perdido su mayor obra.
Después de ello, nada tiene importancia.
Tengo que esperar.
No existen las excepciones.
Es horrible pensanrte sin poder tomarte de las manos.
Mientras la espera cada día me resulta más monótona, como siempre te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

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