Thursday, April 12, 2018
TODAS LAS ESCALERAS ME LLEVAN A VOS
Todas las escaleras que llevan al Reino de los Cielos, están muy transitadas por los familiares de quienes como yo desean encontrarse aún cuando sea solo por un instante, con los seres más amados que han abandonado suelo terrenal,
Caso todos conocen la mítica escalera que en sus barandas está repleta de flores y se pierde entre las nubes.
Como mi búsqueda lleva casi treinta y dos meses, voy explorando otros senderos.
Sabés amor de mi vida que esta mamá tiene alma de exploradora.
En lo posible trato de huir de los sitios donde se concentren demasiados terrenales.
Necesito espacios solitarios para poder pensarte de la forma en que vivís en mi ser.
He preguntado por escaleras alternativas.
Al principio no sabía a quien llevarle mi inquietud.
Muchas veces nos encontramos con terrenales que no acusan tener nada de humanos y aprovechándose del peor dolor como es perder un hijo nos distraen y nos indican senderos equivocados.
Ni los juzgo ni los condeno.
Siento piedad por su ignorancia y falta de valores que cualquier circunstancia por dolora que sea para ellos es motivo de distracción apoyada en la perversidad.
No pierdo mi tiempo que solo comparto con vos.
Trato de recordar en una noche de tormenta que no es propicia para el descanso,
máxime cuando se tiene terror a ellas y falta el angelito que decía “No es grave má”.
Entre relámpagos que surcan el cielo rojizo y los gritos aterradores de los truenos viene a mi memoria un anciano que conocí, mientras caminábamos por un bosquecillo salido de un cuento.
Allí encontramos arreglando las flores a un viejecito tan sabio como sus años.
Llamó su atención que volviera sola al lugar.
Cuando le conté el pasado reciente tan doloroso, permaneció en silencio.
Su mirada cristalina de un color azul intenso como las aguas de un lago azul, se nublaron por la tristeza.
En ligar de destellos de estrellitas brillantes, miré sus ojos empañados.
El anciano te quería mucho.
Siempre lo asombrabas con tus preguntas que no en apropiadas a tu edad cronológica.
Nos sentamos en el tronco de un árbol que había sido derribado por la tormenta.
Me habló de la escalera que todos conocemos.
Le pedí llamara a sus recuerdos.
Tenía la certeza que conocía otras con menor tránsito terrenal.
Sus ojos volvieron a iluminarse como en la época que lo conocimos.
Cerca del bosque había una que casi nadie utilizaba, pues en uno de sus laterales corría una vertiente de agua a quienes muchos temían.
Pregunto cuando quería comenzar el ascenso.
Mi respuesta fue lo antes posible.
Hoy me levanté al alba, no vi sus colores pues la noche tarda en despedirse.
No llevo ningún equipaje.
Solo mis ansias de verte para poder darte ese beso que tengo guardado para vos.
Nos encontramos al pié de una escalera bellísima, en uno de los laterales estaba el curso de agua cristalina cantándole a las piedras.
En el otro continuaba el bosque.
El anciano me dijo que no necesitaría nada,
Saciaría mi sed en la vertiente.
Mi alimento serían los frutos del bosque.
No puedo describir la belleza que se mostraba ante mis ojos en toral plenitud.
Al comienzo me acompañaron los trinos de los pájaros.
El ascenso era tranquilo.
Revolotearon a mi alrededor en señal de despedida.
Escuché sus últimos gorjeos
A continuación el silencio que trae la soledad.
No tuve miedo en ningún momento.
Sentí tu presencia para ayudarme a salvar cualquier dificultad.
Estoy subiendo el último tramo.
La quietud es colosal.
No quiero derramar una sola lágrima.
Ante tanta majestuosidad es imposible no hacerlo.
El corazón brinca en mi pecho.
En instantes podré verte.
No siento desilusión, te he visto.
Sonreías como siempre.
Me miraste con amor.
No pude darte un beso.
Me indican que debo regresar.
Tu mirada piadosa decías que sentías piedad por esta mujer que es capaz de dar vuelta el mundo para estar junto a vos..
La inclinación de tu cabeza indica que debo descender.
Grito un “Te amo hijo” que se pierde en la eternidad.
Puedo sollozar sin testigos.
No te lastimaré con mis lágrimas.
A mitad del descenso siento que soy transportada a una velocidad que no podría tener así bajara los escalones de a dos.
Gracias tesoro por ayudarme.
Llegamos al bosque.
El anciano me está esperando.
Desea que le cuente mi experiencia.
No la considera fallida.
Su cálido abrazo me dice que pronto nos encontraremos para siempre.
Tesoro te amo y extraño.
Ignoro cuando se producirá nuestro encuentro, mientras tanto te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Qrshx8BUDjk&t=273s
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